Capítulo XXXI

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- Jungkook - Lo nombró cerrando la puerta detrás de ella.

- Oh.. Hola Lisa - su hermano dejó un poco la intriga sobre las menores y la doctora para saludarla como era debido - Qué milagro que no estás reprochandome el venir a visitar a mi adorada y honesta hermanita.

Lisa levantó una ceja al notar el especial énfasis qué hizo el chico al pronunciar el valor de la "honestidad" sobre su persona como forma descriptiva, sabía de antemano que el interrogatorio sobre las menores y la presencia de la mujer estaban por venir y no habría maldita manera de escapar de ello, seguido de los sermones moralistas que estaban a punto de bombardearla después de haber visto todo, le dio una mirada severa a Diana por no haber actuado de forma rápida e inteligente llevándose a las chicas y encerrarlas bajo llave, aunque sabía ligeramente que no toda la culpa era de ella pues conocía perfectamente que aquel muchacho jamás anunciaba sus inesperadas visitas que si seguían así sin duda serían un gran problema y dolor de cabeza para ella y sus planes, aunque no recordaba que fuera tan constante anteriormente, sino que debía ser precisamente ahora.

- Pensaba que estarías fuera durante un bien tiempo - Lisa intentó evadir un poco la tensión tratando de llevar una conversación normal como cualquier otra, ignorando un poco a las chicas - No te esperaba sinceramente.

La tensión volaba por los aires, jamás había sido bien recibido en el hogar de su hermana pero no parecía tan hostil cuando sucedía, el aire parecía ser pesado y difícil de respirar con tan sólo observar el semblante despreocupado y frío de su gemela, sin embargo no esperaba que fuera de otra manera, eran hermanos después de todo y parecía conocerla bien, que equivocado estaba.

- En realidad nunca lo haces Lisa - el joven sacó una risa sutilmente forzada sus ojos viajaban de repente hacia las niñas y un intento de aclarar su garganta comenzó a toser al darse cuenta de que ya no estaban ahí - En realidad esperaba que me dieras asilo un par de días - una llamada telefónica lo interrumpió y lo hizo disculparse comenzando a caminar a la puerta - puedo explicarte luego, iré por mis cosas mientras al auto.

En ese momento la pelinegra se levantó para aprovechar la distracción e ir a buscar a las chicas, la habitación más cercana era la suya propia y al juzgar por el estado en el que había visto a Diana sabía que las encontraría ahí dentro y efectivamente así fue, las tres chicas sentadas sobre su cama a la espera de algo o alguien que aclarara sus dudas y una doctora mirando por la ventana la silueta del joven Manoban al teléfono mientras caminaba de un lado a otro haciendo ademanes con su mano desocupada como si estuviera discutiendo con alguien al otro lado de la línea, lo observaba detenidamente tratando de encontrar algo en su actitud, sabía que no vendría nada bueno de esto y como toda chica enamorada y desconfiada con el fin de proteger a su ser amado debía mantenerse alerta.

- Muy bien, ahora pongan atención - Lisa se acercó a las chicas y se arrodilló frente a ellas tomando sus manos entre las suyas - Van a salir y van a actuar como si todo estuviera condenadamente bien, entendido?

- Así que ese es tu hermano? - preguntó Jennie - se parece mucho a ti, como dos gotas de agua - Es obvio, son hermanos - concluyó Jisoo - Y su gemelo para ser exactas.

- No lo puedo creer! - saltó Rosé de alegría - quiero conocerlo seguro es... - BUENO BASTA - finalizó la pelinegra - Van a salir y no dirán absolutamente nada, es un secreto que se llevarán a la tumba - las chicas asintieron sin decir nada más mientras Lisa se ponía de pie junto con ellas, les dio un beso en la mejilla a cada una y con esto caminaron hacia la puerta - Y no olviden, todo está condenadamente bien - sonrió.

La situación era un poco extraña para todos a excepción de Lisa que siempre sabía cómo arreglarse las cosas para evadir todo, la verdad era que no contaba con la presencia de su hermano ahora y debido a eso sus planes tendrían que retrasarse, no podía pedirle a Diana que se fuera pues levantaría más aún la curiosidad de su hermano, claro que se conocían pero eso había sido en otras circunstancias de modo que no seria mucho problema tener que convencerlo de su visita con ella, lo realmente interesante era saber que sucedería ahora respecto a las castañas, había conocido a una por la misma situación de entrometerse donde no debía pero aún así había concluido en un resultado positivo pero había dos menores más y por si fuera poco a una de ellas aún se le notaban un poco los moretones de aquella golpiza y estaba segura de que aquello no habría pasado desapercibido por él.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora