Capítulo XXVI

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- Cómo te sientes pequeña? - preguntó cuando ella abrió totalmente los ojos.

- Lili - su voz era débil - perdóname, no sabía que te molestaría tanto que mi periodo no se sincronizara con el de Jisoo y Jennie - sus ojos comenzaban a cristalizarse - No quiero que te enojes conmigo por favor, estoy siguiendo el tratamiento pero no se que pasó yo no - temblaba de la preocupación - sólo por favor, perdóname

- Shhh tranquila mi bebé - Lisa acariciaba su rostro lastimado - No estoy molesta contigo, Te Amo mi princesa. - dejó un beso en su frente - descansa Rosie.



Después de haber descartado la posibilidad de que Rosé estaba embarazada, Lisa explotó en coraje, su irá era inmensa que la única forma de controlarse era matando a alguien y la elegida había sido Diana, pues Lisa sabía que la culpa de haber actuado así era de ella por no haber sido clara en sus deducciones, quería torturarla y matarla lentamente pero se contuvo, no podía hacerlo hasta que cumpliera con su tarea, sin embargo su muerte era inminente.

- Prepara todo - Ordenó seriamente la pelinegra una vez que salió de la habitación de Rosé - Espero que esta vez no lo jodas Diana, no pienso pasarte una vez más tus estupideces.

Momentos más tarde Diana buscó a Jennie en la habitación, su semblante se veía temeroso y preocupado, trataba de asumir que era por su compañera o por ella misma, si es que sabia la razón por la que iba por ella y sin dar muchas explicaciones le pidió acompañarla a una de las habitaciones reservadas para los deseos y placeres de su joven amada.

- Qué hacemos aquí? - preguntó Jennie una vez que entraron a la habitación - No me dirás que tú... - NO! - culminó Diana a lo que fuese que estuviera pensando.

- Debo prepararte - Encendió las luces del armario cerca de dónde saco un atuendo - Ponte esto.

Jennie no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando, la noche de ayer Lisa había enloquecido y a juzgar por los gritos de Rosé y los golpes que se podían escuchar no podía ser nada bueno, sus nervios estaban creciendo y lo peor de todo es que no entendía nada de la actitud de la doctora, se suponía que sólo se encargaría de su salud nada más, pero ahora estaba actuando como una sirviente de Lisa pero sabía que le era fiel como el perro a su amo y que por mucho que lo intentara no iba a poder sacarle algún tipo de información, así que después de analizar un poco la situación no dijo nada y se limitó a tomar la ropa para cambiarse.

Se miró al espejo antes de salir del baño pues no iba a cambiarse delante de Diana, era un vestido muy bonito y pudo notar que el rojo era un color que le sentaba muy bien, sonrió con ternura al imaginarse que quizá Lisa la esperaba con algún tipo de cena romántica o alguna sorpresa y estaba tan impaciente por averiguarlo, peinó un poco su cabello tratando de verse bonita para ella, quizá si tuviera un poco de maquillaje sería mucho mejor, pero sabía que a Lisa le gustaba más así, su rostro limpio y natural.

Una vez que salió, la habitación se miraba diferente, había velas al rededor de un círculo y tres cajas negras sobre unas pequeñas mesas a lado, Diana estaba parada al otro lado de la habitación, cerca del rincón y llevaba algo en las manos, una bandeja que igualmente llevaba una manta negra para cubrir su contenido, el ambiente era incierto y entonces Diana dejó la bandeja para colocar su mano sobre el apagador haciendo que la luz comenzara a bajar de tono hasta que frente al círculo de velas se dejó ver una sombra y pronto apareció el cuerpo de Lisa quien se miraba impaciente en la espera de algo.

- Jennie - llamó la doctora - acércate querida - pero ella dudaba en hacerlo - ven para acá, ven ven - la llamó con el dedo índice - colócate en el centro.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora