Capítulo XLVII

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Con mucho cuidado de no romper la burbuja sentimental en donde se había sumergido, besó sus labios suavemente con miedo de hacerlo mal, de no saber como tocarla sin tener que hacerle daño, como si se tratara de todo un gran espectáculo donde Lisa era la dolorosa antagonista del amor.

- No soy ni la mitad de buena de lo que realmente mereces - susurró escondiendose en su cuello.

- Shhh - silencio poniendo sus dedos para cerrar sus labios.

Sus manos viajaron al segundo botón del camisón para comenzar a desabrocharlo sin perder contacto visual con Lisa, sus cejas estaban ligeramente fruncidas víctimas de la inocencia en el acto sexual mientras sus pupilas se dilataban, saboreó sus labios dejándolos apenas separados respirando con dificultad provocada solo para incitar a Lisa a perderse aún más en ella.

Lisa se quitó los zapatos con ayuda de sus propios pies, tomó una gran bocanada de aire para espabilar, se sentó sobre sus rodillas en la misma posición que su castaña sólo para contemplar sus movimientos, al igual que Jennie con anterioridad, Lisa descansó las manos sobre sus piernas dedicándose sólo a mirarla sin parar.

Una vez que el camisón terminó en el suelo las delicadas manos de la castaña viajaron al borde de la camiseta de Lisa para retirarla por encima de su cabeza, segundos después y con seguridad en sus movimientos, tomó la hebilla del cinturón para abrirlo y desabrochar sus pantalones, bajó la cremallera y cada separador del cierre era lentamente satisfactorio, el silencio era acogedor y sólo pudo escuchar la garganta de Lisa queriendo liberarse del gran nudo que se había formado.

Todo esto lo hicieron sin dejar de mirarse a los ojos en compañía de solo aspiraciones nerviosas.

- Te eh lastimado tanto - dijo la mayor.

- No importa, está bien - la menor pegó la frente a la suya para quedar aún más cerca.

- Lo único que quiero es a ti - tomó su mano para colocarla en su pecho a la altura del corazón - este momento contigo, Lisa.

El parpadeo de sus ojos justo antes de sonreír la hizo preguntarse ¿Por qué razón querría besarla? Pero sabía que era una gran alegría para sus ojos heridos.

- Voy a seguir lastimándote - susurró negando

- Lo sé - asintió - pero no me vas a herir.

Acarició las mejillas de Lisa perdiéndose en el iris café que se iba suavizando con su toque.

- Cómo lo sabes? - preguntó

- Porque confío en ti - sonrió sin dejar de contemplar su mirada - Y necesitas que alguien se ocupe de ti.

- Tú lo harías?

- Lo olvidaste?, soy tuya... Soy tu chica. - sonrió.

Finalmente la poca distancia se cerró en un beso que pareció eterno, sus labios se unieron a la perfección probándose la una a la otra a través de caricias débiles y firmes, el tiempo se detuvo por completo envolviendolas en una atmósfera resplandeciente, el aire mismo se tornó cálido uniéndose a la entrega total de dos corazones inexpertos en busca del sentimiento del amor fugaz.

Envueltas en calidez Lisa comenzó a descender sobre Jennie lentamente mientras el vaivén de sus cabezas se unían al compás de los besos, de un lado a otro respirando entre espacios para continuar con la tarea hasta que su fino cuerpo quedó por completo sobre la cama, sus manos le ayudaron a recargarse sobre el colchón para no dejarse caer totalmente sobre ella, se acomodó mejor entre sus muslos sintiendo una palpitación extraña en su entrepierna, no era la que comúnmente tenía cuando su apetito sexual quería liberarse, era más bien una necesidad de ocuparse a si misma para complacer a la pequeña castaña que tenía debajo suyo con el mayor cuidado posible, de forma que se sintiera extasiada pero en amor y así orillarla al orgasmo de sentirse plena, viva, de sentirse... Realmente amada.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora