Capítulo IV

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Estuvimos caminando durante unos minutos buscando un lugar donde estar más tranquilas, el centro comercial en fin de semana es un mundo de gente y a veces no es un muy buen plan pero podíamos hacer algo, yo estaba platicando un poco más a gusto con Lisa sobre lo emocionada que estaba de poder conocerla al fin, en realidad era la misma chica y no quería comportarme como una niña asustada con ella así que me esforcé por sentirme bien, después de algunas vueltas decidimos entrar a una heladería pues yo era realmente feliz en un lugar así, me sentía cómoda estando con ella, Lisa era una chica muy inteligente y segura de si misma y tenía muchas cosas que decir, era simplemente fascinante.


- Entonces así que tu hermana ya está en la universidad? - preguntó ella mientras comía de su helado.

- Si así es, es grandioso supongo lo único malo de eso esque a veces queda atrapada en la fraternidad y esas cosas suena tan estúpido - Reí un poco

- Oh si, en definitiva hay estupideces involucradas - ella río también - pero tengo que decirte que yo era una Delta y hay grandes cosas en eso también, conocí personas de calidad y espero que seamos amigos de por vida.

- Si bueno, esque cuando mi hermana bebe pierde el control, hubo una vez que por mensaje trato de escribir el sonido de su vómito - ella me miró con el ceño fruncido - eh, es difícil escribirlo - ambas reímos por eso.

- Espero que no sólo esté en las fiestas y acostándose con otros - comí un poco más de mi helado - pero creo que para eso es la universidad cierto? Encontrarte a ti mismo y así saber quien eres.

La sonrisa de Lisa se esfumó por completo, apenas y elevaba las comisuras de sus labios y su mirada estaba fija en mi, cosa que me electrizo un poco, no sabía porque había cambiado su postura pero su mirada penetrante me hacían saber que pensaba algo más.

- Mm Qué? - pregunté nerviosa.

- Hum nada - tomo aire - esque me impresionas, enserio eres tan inteligente y sensible, tan avanzada para tu edad - sonrió - sólo es increible es todo.

El nerviosismo se iba calmado, su palabras me hicieron sonrojarme así que desvíe un poco la mirada para tranquilizarme un momento, pero sin duda la mejor anestesia a cualquier sensación era su hermosa sonrisa.

El resto del día estuvo igual de genial cuando terminamos de comer el helado fuimos ahora por una crepa qué íbamos comiendo mientras caminábamos fuera del centro comercial hasta su auto, le había dicho que podia quedarse en casa conmigo por estos días pero me dijo que no era buena idea, yo dudé un poco pero después de unos minutos asentí a lo que decía, si mi hermana se entera que había llevado a la casa a una desconocida iba a ser el fin del mundo y lo que menos quería era incomodar a Lisa con algún comentario o comportamiento ridículo sobre protector de mi hermana o meterme en problemas con mis padres por lo mismo y por supuesto que los vecinos no serían nada discretos, posiblemente le dirían a Alice lo que pasaba así que ya pensaríamos en algo luego, por el momento quería seguir disfrutando de su compañía quizá en otro sitio.

- Y... aún estás enojada - preguntó una vez que estábamos dentro de su auto.

- No en realidad - respondí nuevamente nerviosa.

- Quieres ver tu obsequio? - me señaló la bolsa.

- Si, quiero verlo - dije para después tomar la bolsa.

Al momento de abrirla y ver su contenido mi garganta se secó, tragué en seco de solo mirarlo, ni siquiera hubo necesidad de sacar el interior para saber lo que significaba, eso me había dejado todavía más nerviosa y un poco incomoda, realmente no sabía porque me había dado algo así.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora