Capítulo XLI (Rosé)

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"Vuelo con destino a la ciudad de Auckland, Nueva Zelanda
Jueves 19:00 horas"

- Qué es esto? - preguntó mirándole directamente a los ojos.

- Lo que ves - respondió - Te irás en dos días, me tomé el tiempo de hacerlo por ti, De nada.

La pequeña castaña observó el boleto de avión unos segundos, tenía en sus manos la opción de salida y superación a todo esto pero sencillamente no quería tomarla no quería irse y alejarse de todas las pocas probabilidades de volver a coincidir con Lisa.

- No quiero irme Alice - suspiró - pensé que había sido clara en ello

- No está a discusión Rosé, te irás, volverás a casa con mamá y papá, no ha sido fácil nada de esto - le tomó las manos - es por tu bien después de lo que pasó, incluso de aquello que intentaste.

Rosé bajo la mirada apenada pero con más tristeza que cualquier otro sentimiento, no lo tenía por su hermana o por sus mismos padres, ni siquiera por ella... Ese sentimiento lo llevaba dentro por otra persona y nadie era capaz de entender que ahora no se pertenecía a si misma sino a Lisa, el haber intentado suicidarse en dos ocasiones era una demostración de que no podía salir adelante sin su amor enfermo, sin sus posesivas caricias y castigos inhumanos, aún así todo de ella le pertenecía por voluntad propia y no quería cambiar eso, la amaba y lo hacía de una manera inmensa que pensaba que entregando su propia vida seria la mayor prueba suficiente pero entonces recordó aquellas palabras y por supuesto que la mejor forma de demostrar su amor era demostrarle cuánto podría soportar sufrir por ella. Al fin de cuentas eso era para lo que Lisa la había preparado.

- No quiero Alice - los ojos de la castaña comenzaban a llenarse - Por favor, yo se que volverá y si me voy lo único que estoy haciendo es huir, debo enfrentar esto, por favor - suplicó dejando salir ya sus lágrimas.

- Rosie... - su hermana la abrazó con fuerza por un momento antes de volver a mirarla - mírate, te ha hecho demasiado daño y no conforme con eso ahora tú misma te lo haces, necesitas ayuda.

Las heridas en su piel eran levemente frescas, algunas ya habían cicatrizado y otras empezaban el proceso, la pequeña había optado por cortarse con cuanto objeto pudiera, había experimentado una sensación de alivio al provocarse daño ella misma pensando que era lo que a Lisa le gustaba, ella solía lastimarlas, golpearlas e incluso quemarlas para satisfacción suya y el hecho de que ella lo hiciera la hacía sentir un poco cerca de su prisión placentera.

Cada día recordaba como se habían conocido en un día cualquiera cuando ella navegaba por la red y dio con Lisa, su relación comenzó con un "He visto que eres de Auckland, al fin alguien de mi ciudad favorita que me recordaría lo equivocada que estaba al creer que el mundo estaba exento de toda belleza femenina"

Sin duda un gran halago que provocó una sonrisa tímida a la pequeña Rosé y así charlar durante unos meses, nunca pudo negar lo mucho que le encantaba recibir sus mensajes siempre con algunos cumplidos, la ponía nerviosa, frenética, al ver su nombre en la pantalla del ordenador o su teléfono, le contestaba de forma cortés y siempre mostraba interés personal en todos sus asuntos, la escuela, su familia e incluso sus problemas de pubertad.

Pero ahora que ya no la tenía ni siquiera a través de una pantalla debía buscar una forma de sanarse para sentirse menos miserable y su peor elección fue lastimarse e incluso querer suicidarse y era natural que con pocos años se equivocara en todas sus decisiones, sobre todo la de saber que podía morir si Lisa le faltaba y esque nadie la comprendía, nadie podía sentirse de la misma manera que ella y su idolatría hacia la chica pelinegra que le había arrebatado su libertad para luego dársela cuando ya no la quería de vuelta.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora