Capítulo XXIV

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- Quiero presentarles a alguien - habló la mayor mientras entraba a la sala en compañía de una mujer.

Las chicas voltearon la mirada hacia la dirección de ellas frunciendo el ceño al ver que su mayor le tomaba de la cintura mientras se acercaban, notando una gran sonrisa en el rostro de Lisa acompañada de una sonrisa angelical por parte de la mujer, era muy bonita y tal vez un poco mayor a Lisa, tenía unos rasgos finos e indudablemente era extranjera.

- Ellas son Jennie, Rosie y Jisoo - fue señalando a cada una en el mismo orden que fueron nombradas - mis hermosas niñas.

- Pequeñas... - volteó a mirar a la mujer después de verlas a ellas - Ella es la doctora Diana que a partir de ahora la verán muy seguido por aquí.

Lisa aún sosteniendo a Diana por la cintura le invitó a caminar hacia la sala donde esperaban las castañas con miles de preguntas en sus mentes, sin embargo la mayor curiosidad de ellas era saber quien era aquella hermosa mujer que parecía llamar la atención de su mayor, seguido de preguntas como: De donde se conocen? Que relación hay entre ellas? O tal vez, Sabrá ella lo que Lisa hace ahí?.

- Se que tienen curiosidad de saber por qué la he llamado - Lisa encabezaba en la sala tomando asiento frente a las 4 personas ahí - Diana está aquí para revisar que todo esté bien con ustedes, no queremos un maldito embarazo cierto? - sonrió para sus tres castañas - eso arruinaría todo.

La mujer no digo nada, se limitó a asentir simplemente a lo que Lisa estaba diciendo, tenía una sonrisa en su rostro pero sus ojos se fijaron en una de las chicas que le miraba con curiosidad.

La castaña menor dejó de escuchar un momento todo lo que Lisa estaba diciendo, sus ojos viajaron a los de la doctora, su mirada parecía prestar atención sin embargo era distante, fría y triste, al mismo tiempo que su sonrisa era falsa, había algo en ella y Rosé pudo darse cuenta de eso, volteó un segundo para fijarse en sus compañeras, ambas miraban igual a la mujer sin embargo, Jennie parecía verla con enojo y celos. Jisoo por el contrario parecía mirarla como si acabara de encontrar su libertad, alguien que pudiera ayudarla a salir de aquel infierno.

- Voy a dejarlas un rato para que puedas comenzar, bien? - la voz de Lisa sacó a Rosé de sus pensamientos - tengo que buscar más provisiones - La pelinegra se levantó para así caminar a la puerta seguida de la mujer que la acompañaba.

- Diana? - Lisa enderezó su cuerpo una vez que llegó al umbral de la puerta - No te equivoques esta vez - dijo en tono serio sin mirarla.

Una vez que el auto de Lisa abandonó el lugar, la doctora cerró la puerta poniendo el código de seguridad para así evitar que cualquiera de las chicas pudiera salir por lo que las chicas la miraron curiosas pues lo que ellas no sabían era que la mansión de Lisa estaba rodeada de rejas a metros de distancia que eran cubiertas por el bosque. Sin duda alguna aquellas chicas desconocían su propia prisión.


- Quién será la primera? - preguntó la doctora pero ninguna de las chicas respondió - o prefieren que sea yo quien lo decida?

- Po, podemos estar las tres al mismo tiempo? - Rosé levantó la mano con timidez, como si estuviera en su salón de clases - estamos acostumbradas a que sea lo que haga Lisa con nosotras estamos juntas.

Las dos castañas parpadearon en confusión por lo que había dicho su compañera, sin embargo no la desmintieron pues en parte era cierto pero no del todo, captaron la idea de Rosé al querer indagar un poco sobre la mujer que tenían enfrente.

- En ese caso - Diana caminó hacia el comedor, tomando asiento - empecemos aquí.

Las tres chicas se sentaron en sus respectivos lugares a como lo hacían con Lisa.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora