Capítulo XXXIV

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Llevó una mano a su clavícula y repasó el hueso produciéndole un leve cosquilleo pero ahí no acabó su exploración, su cuerpo reaccionó de una forma inverosímil cuando las yemas de sus dedos acariciaron sus senos con tanto cuidado, que los pezones reaccionaron endureciéndose tras su tacto, se mordió el labio y el calor le hacía hervir la sangre en sus mejillas.

- Me sigue fascinando la simetría de tu cuerpo, es prácticamente perfecto, nunca he visto nada igual - su tono de voz era suave - ahora colócate sobre la cama, voy a dibujarte algo

- Podria volver a vestirme, por favor? - la castaña preguntó sin pensar.

- Me ha parecido escucharte? - preguntó girándose en su dirección.

Rosé palideció en el acto negando frenéticamente con la cabeza y Lisa sonrió.

- Mejor así.

Salió del cuarto de la castaña dejándola sumamente confundida, no dijo ni una palabra más a lo anterior y sólo cruzó la puerta, sin embargo Rosé no pretendía desobedecer hasta saber que pretendía su mayor, aún se preguntaba que había pasado cuando se perdió en el bosque junto con Jennie y aún más se preguntaba si su compañera estaría bien, al juzgar por el estado en que Lisa había aparecido la preocupación por la otra castaña se hacía presente, solo esperaba que no le hiciera daño o se sentiría realmente culpable pues sabía muy bien que el enojo de su mayor lo había conseguido ella y posiblemente Jennie sufriría las consecuencias por haber ido detrás.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando logró escuchar pisadas sobre el pasillo, al parecer Lisa se acercaba nuevamente así que volvió a acomodarse en la cama tal y como la había dejado.

La pelinegra dejó salir una pequeña risa nasal cuando observó a su pequeña, había sido obediente absolutamente pero era demasiado tarde para querer comportarse así que negó ligeramente con la cabeza acompañada de un poco de diversión, esos momentos eran lo que le encantaba mantener en recuerdo, así que sin más dejó sobre el tocador lo que había traído con ella, sería de utilidad más tarde.

- Ponte de pie Rosie - ordenó con voz neutral - déjame verte.

La nombrada hizo lo que le pidió poniéndose de pie, sus brazos caían a cada costado de su cuerpo mientras sus juguetones dedos daban a conocer su nerviosismo, su mirada no podía concentrarse en ningún sitio así que optó por respirar profundo esperando las ordenes de su dueña a lo que fuese que quisiera hacerle.

- Te gusta mi hermano? - preguntó con tranquilidad mientras inclinaba ligeramente su cabeza a la espera de una respuesta.

La castaña abrió los ojos tan grandes como pudo, vió esa pregunta venir de la nada la dejó totalmente desconcertada, tardó unos minutos en comprender lo que había escuchado y entonces entendió el por qué del comportamiento de Lisa, acaso estaba enojada por eso? Se había enterado que Jungkook la visitó en su habitación? De inmediato pensó en una sola persona "Jennie" ella había sido la única que los vio y ahora sabía que la había entregado, era obvio pues la chica felina era la que más peleaba la atención de la mayor aunque creyera que nadie lo notaria, ahora entendía bien, lo llevaba claro.

- N, no se de donde sacas eso, por supuesto que no - respondió luego de unos minutos intentando convencerle - Y, yo no...

- Es un chico atractivo - interrumpió - y sobre todo es bueno - Lisa comenzaba a recortar la distancia - No lo crees así, Roseanne?

- Lisa... Escúchame, no sé que fue lo que Jennie te dijo pero te juro que no pasó nada - Sus ojos comenzaban a cristalizarse agachando la mirada - Le pedí que se fuera y así lo hizo, te lo juro debes creerme, por favor Lili.

Insane (Lisa GIP) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora