Había silencio en la biblioteca cuando Abril empujaba el carrito por el pasillo, colocando los libros en sus estantes mientras avanzaba.
El sonido de la puerta automática abriéndose rompió el silencio, seguido por el sonido de los tacones cuando la última persona camino hacia las computadoras que están en medio de la habitación.
Mientras caminaba entre las hileras de estantes, volviendo a colocar los libros en el carrito, Abril vislumbró el cabello corto, castaño con la mitad pintado de rubio, y unas manos delgadas que escribían en el teclado.
Empujando el carrito hacía atrás detrás del mostrador, Abril volvió a sentarse en su escritorio. Mientras recogía su almuerzo, ya había catalogado el último envío de libros en la base de datos de la biblioteca. Levantó la vista cuando la chica de cabello claro en la computadora se puso de pie y camino hacia la sección de negocios.
La jovén estaba elegantemente vestida, y Abril la observó mientras caminaba, notando sus pálidas piernas.
Dando vueltas en su silla, Abril se ocupó de hacer el papeleo e intentó ignorar el ruido que hacían los tacones de la joven mientras paseaba por los pasillos.
Inmersa en su papeleo, Abril no oyó los pasos que se dirigían hacia ella hasta que el suave ruido sordo de los libros colocados en el mostrador le rompió la concentración.
Giró la silla para mirar a la persona que estaba al otro lado del escritorio. Era la joven otra vez, parada detrás de una pila de libros, con una sonrisa jugando en las comisuras de sus labios.
-Hola, me gustaría pedir prestados estos libros, por favor. -dijo, extendiendo su tarjeta de membresía. Abril tomó la tarjeta y escaneó el código de barras, mostrando el perfil de la mujer en su computadora.
Samantha Rivera. Ese era su nombre.
Abril le devolvió su tarjeta y sacó el primer libro de la parte superior de la pila. Química electroanalítica. Abril levantó las cejas sorprendida. El resto de los libros también la sorprendieron: física, programación, negocios y economía.
Volvió a colocar el último libro en la parte superior y le sonrió a Samantha.
Samantha le dió las gracias y recogió su pila de libros, y con una sonrisa, caminó hacia la puerta principal. Abril la vió irse y se sonrojó cuando Samantha la miró antes de abrir la puerta.
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Esa noche, en casa de Amairani, su hermana, Abril no podía dejar de pensar en un par de penetrantes ojos achocolatados y una sonrisa burlona jugando en la esquina de un par de labios.
-¿Abril? -la voz de su hermana cortó su sueño.
Abril se sacudió y se volvió para mirar a Amairani, dándole una mirada inquisitiva. La chica puso los ojos en blanco y repitió su pregunta.
-¿Cómo estuvo el trabajo hoy?
Abril le sonrió a su hermana y le lanzó un rápido "OK" con el pulgar y el índice, una vez más pensando en Samantha Rivera. Mientras recogía otra porción de pizza, se preguntó cuándo la vería después.
Sean bienvenidos a esta nueva historia. Espero que sea de su agrado.
Si ven algún error de edición, ortográfico, o de redacción no duden en decírmelo. Se los agradecería mucho.
Los quiero. ❤️
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Señas | Rivari
FanfictionCuando Abril tenía 12 años sufrió un accidente automovilístico en el que lamentablemente fallecieron sus padres. Desde ese día no habia dicho una palabra. Trabajando como bibliotecaria en Seattle, Abril conoce a Samantha Rivera, y por mucho que quie...