Unidos por el Deber... Y el corazón | Alex Claremont-Díaz & Luke Morrow

Capitulo 8. Noche inolvidable

¡ATENCIÓN: TENEMOS OTRO CAPITULO LARGO! xq me emocioné. d i s f r u t e n.

—Ma —habló June entrando a la Oval Office, recibiendo de la presidenta una mirada furtiva. Ellen se encontraba en su escritorio inmersa en una infinidad de papeles. —Es que, no sé cómo decirte esto —June hizo una pausa—, sé que no me corresponde del todo. Pero tienes que estar enterada.

—Comienzas a asustarme, hijita —La voz de Ellen estaba cargada de suspenso, tomó los papeles y los apilo, cubriéndolos con un folder sin que June se percatara de sus movimientos.

—No es nada malo, puedes estar tranquila es sólo que —suspiro—, bueno Alex está saliendo con alguien, no es un secreto pero eso le corresponde a él. Mi parte aquí es avisarte que posiblemente no llegue a dormir.

Ellen arqueó una ceja al no entender lo que June hablaba. —Mi vida, no entiendo. ¿A dónde va tu hermano y por qué no viene él a decirme?

—Porque Alex no sabe —Conestó June que parecía que era obvia con lo que decía pero Ellen seguía en estado de confusión. Suspiró. —Alex está saliendo con alguien y ese alguien nos buscó a Nora y a mi para prepararle algo sopresa a Alex. Por eso Alex no sabe, señora presidenta.

Ellen rió irónica. —¿Y qué puedo hacer? —se encogió de hombros—, nada, así que vayan y sólo dile que se cuide —rieron ambas.

La noche elegida para la cita perfecta finalmente llegó, y con ella también llegó un nerviosismo mezclado con emoción en el corazón de Luke. Cada detalle había sido cuidadosamente planeado, cada sorpresa meticulosamente preparada para hacer de esta noche algo que Alex nunca olvidaría. Respirando profundamente, Luke se preparó para encontrarse con Alex y comenzar una experiencia que cambiaría sus vidas.

Nora y June sacaron a Alex de la Casa Blanca a la fuerza, alegaba que tenía muchas cosas que hacer, mucha tarea y cosas de su titulación.

— En verdad no puedo, no hoy —Alex se resignaba a dejar la habitación dedicada para su estudio que tiene en un ala de la Casa Blanca.

— Alexander Gabriel, por favor —Siseó su hermana—, Nora se ha estado sintiendo mal, su cita más reciente la ghosteo y necesita pasar un día con nosotros —mintió recibiendo una mirada de desaprobación de si amiga que se encontraba frente a ella.

— Alex, por favor. Sabes que estos problemas del corazón son muy delicados —agregó siguiendo la mentira.

—¡Agh! —de manera desesperante, Alex se levantó de su lugar cerrando la Mac que se encontraba frente a él. Internamente ambas chicas festejaban.

—No te vas a arrepentir —soltó de repente June, dando saltitos de emoción.

Se encaminaron hacía el frente de la propiedad, dónde Amy y Cash los recogieron.

—¿A dónde nos dirigimos? —Amy observó por el retrovisor a Nora.

—A dónde siempre —se limitó a contestar guiñando un ojo. Amy captó a lo que se refería, pues tanto ella como Cash, estaban enterados de plan.

Con el atardecer tiñendo el cielo con colores cálidos y suaves, Luke llegó al lugar que había elegido para su cita especial. Un rincón pintoresco en las afueras de la ciudad, donde la tranquilidad y la naturaleza se fusionaban en un escenario perfecto. Había arreglado un picnic con la ayuda de June y Nora, dispuesto con comida deliciosa y vinos seleccionados con cuidado.

—Este no es el camino que siempre tomamos —siseó Alex.

—Bueno, tu ganas —dijo June al no poder ocultar más su emoción.