Unidos por el Deber... Y el corazón | Alex Claremont-Díaz & Luke Morrow

Capitulo 16. Noche de desafíos.

Antes de comenzar este capitulo, debo decirles que es un capitulo largo, el más largo hasta ahora, así que prepárense, acomódense y disfruten de este capitulo.c:

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La noche caía sobre Washington D.C., y Luke se encontraba en su cuartel general, sintiendo el peso de un día agitado y lleno de incertidumbre. Había estado revisando informes, discutiendo estrategias y, en medio de todo, tratando de entender por qué su imagen había sido arrastrada a la esfera pública de una manera tan confusa y problemática.

Finalmente, decidió tomar su teléfono y marcar el número de Alex. La llamada sonó una, dos, tres veces, pero no obtuvo respuesta. Luke sabía que las cosas entre ellos estaban tensas, pero le preocupaba el hecho de que Alex no respondiera en absoluto. Recordó que más temprano, cuando Alex lo llamó, él tampoco había contestado, y se sintió culpable por ello. Había llegado el momento de enfrentar la situación.

Sin pensarlo dos veces, Luke tomó la decisión de dirigirse a la Casa Blanca. Manejó por las calles de la capital, con sus pensamientos llenos de preocupación y determinación. A medida que se acercaba a su destino, no pudo evitar sentirse intimidado por la magnitud del lugar. Había estado en la Casa Blanca antes, pero esta vez, las circunstancias eran completamente diferentes.

Cuando llegó a la entrada principal de la Casa Blanca, se encontró con una escena inusual. Varias agencias de seguridad, incluyendo la Oficina de Seguridad de la Casa Blanca, el Servicio Secreto, el Departamento de Policía de Washington D.C., e incluso la Guardia Nacional, estaban custodiando el lugar. Era evidente que la noticia de su aparición pública con la chica desconocida había desencadenado una gran preocupación en la seguridad de la Casa Blanca.

Luke se acercó a uno de los agentes de seguridad de la Casa Blanca, manteniendo la calma a pesar de la situación. Intentó aliviar la tensión con un comentario ligero. —Supongo que todos aquí ya saben quién soy, considerando que mi relación con Alex es la noticia del momento, ¿verdad?

Sin embargo, su intento de humor cayó en oídos sordos, ya que ninguno de los presentes parecía dispuesto a sonreír. Un oficial de seguridad lo miró con seriedad y le explicó con firmeza: —Señor Morrow, para acceder a la Casa Blanca se requiere una invitación formal o una solicitud previa a la Oficina de Visitantes de la Casa Blanca.

La frustración comenzó a apoderarse de Luke, quien no tenía tiempo para seguir los procedimientos habituales. Sabía que era urgente hablar con Alex y resolver esta confusa situación.

Ya se encontraba en un estado de creciente frustración mientras intentaba persuadir a la seguridad de la Casa Blanca para que le permitieran ver a Alex. A pesar de sus esfuerzos por mantener la calma, la tensión acumulada durante el día y la preocupación por la situación lo llevaron a un punto de quiebre.

—¡Esto es ridículo! —exclamó Luke, su voz elevándose en un tono de indignación—. ¡Solo quiero hablar con Alex! No pueden impedirme verlo.

Los agentes de seguridad que lo rodeaban intercambiaron miradas, conscientes de que estaban tratando con una situación extraordinaria. Si bien era su deber mantener la seguridad en la Casa Blanca, también sabían que Luke Morrow era una figura conocida y que no representaba una amenaza seria para la seguridad.

Uno de los agentes, un hombre de mediana edad con experiencia, se acercó a Luke y trató de apaciguarlo. —Coronel Morrow, entendemos su preocupación, pero hay protocolos que debemos seguir. No podemos permitir el acceso sin una invitación o una solicitud previa.

Luke apretó los puños, sintiendo que la paciencia se agotaba. —¡Esta es una emergencia! No tienen idea de lo importante que es que hable con él ahora mismo. Si esperamos, podría ser demasiado tarde.