- Ya basta, no me sigas más por favor- Necesitamos hablar, Jimin escúchame por favor, solo dame unos minutos - lo toma del brazo para girarlo-
- Jungkook, te dije que no, no tenemos nada de que hablar, además yo ya no quiero trabajar allí
- Pues que lastima porque no te dejare renunciar a tu trabajo, te recuerdo que ya firmaste el contrato, Jimin
El rubio no sabía que hacer, ni que decir, todo era un tormento, solo duró una semana con esa incomodidad y tensión entre ellos, Jungkook había empezado ha tratar de tenerlo cerca, cada 5 minutos lo llamaba a su oficina, aunque solo era el encargado de sus diseño de publicidad, solo le faltaba traer sus cosas a la oficina de Jungkook para trabajar juntos. El lugar se llenaba de tensión cuando ninguno de los 2 decía nada, aunque para Jimin era un poco doloroso.
A veces solo desea tenerlo en sus brazos y besarle con intensidad hasta derretirse en sus brazos cálidos, podía confirmar que la cercanía de Jungkook lo ponía muy de nervios y triste a la vez, por más de que tratara de olvidar a su Adonis, no podía, cada maldito y tormentoso segundo se daba cuenta de que lo necesitaba cerca de él, su corazón latía frenéticamente cuando lo veía pasar, sumándole el aura de señor le daba un toque atractivo y seductor, en esos 2 años lejos de él no había visto a otro hombre, no volvió a besar otros labios, no abrazo a otro hombre a excepción de sus amigos claro esta, aun así no había sentido esa necesidad tan fuerte como la siente con Jungkook.Mientras tanto el pelinegro solo quería arrancarse los cabellos de la desesperación, no lo soportaba más, quería hablar con su rubio, SI SU RUBIO, JIMIN ERA SUYO, no podía aguantar el hecho de tenerlo tan cerca y a la vez tan lejos de él, sentía como su piel se erizada cuando él se acercaba a darle algunos papeles o diseños, aun cuando Jimin lo miraba totalmente serio se le hacía muy bello y admirable, pensar que por su tontería perdió todo aquello, perdió la oportunidad de estar a su lado, de abrazarlo, besarle, de hacerle el amor, como lo hizo la primera vez que estuvieron juntos, esa única vez que para él fue lo más increíble. Jimin era su alma y su corazón, necesitaba de él para estar en paz y tranquilidad y aunque no lo admitiera podía ver en su mirada que su rubio también lo necesitaba.
Sus bellos ojos le dictaban los sentimientos de Jimin, pero había algo en ellos, un brillo especial, algo que lo hacía verse más hermoso pero no sabía que era, veía algo en su cuerpo, en su piel, en su rostro de ángel algo que no podía descifrar, algo que con la miraba trataba de decirle pero aún no lo podía captar, ¿Qué era?. Aún con más razón quería hablar con él, saber que pasó con él durante esos 2 años, quería explicarle y pedirle perdón por la canallada que hizo cuando fueron novios. Quería que su pequeño niño de mirada dulce lo perdonara.- Jungkook, ¿Por qué te empeñas en hacerme miserable? - su voz era rota - ¿Qué más quieres de mí? Ya lo tomaste todo
Y eso rompió el corazón de Jungkook, su cortas palabras lograron retumbar algo dentro de el.
- Solo quiero ser libre, si regrese aquí es para una mejor vida para mi bebé para mi hijo...
Rápidamente el rubio guarda silencio, sus ojos se abren un poco más de lo normal, su corazón retumbó y sintió el miedo en su cuerpo, había dicho la palabra "Bebé e hijo" había dicho que tiene un bebé.
¿Cómo no pudo darse cuenta antes de decirlo?
¿Ahora que le diría a Jungkook para corregirse de lo que había dicho?
No tenía a donde escapatoria de él, su respiración se torno más agitada y supo que Jungkook había escuchado y captado todo cuando su agarre se intensificó en su brazo, aun no era el momento indicado para decirle que tenía un hijo y que su otro padre era él, que ambos tenían un bebé, no podía, no tenía la valentía para hacerlo ahora.
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AGRIDULCE
FanfictionNo se que sentir en este momento, volver a verlo y saber que es mi nuevo jefe ahora, me cayó como un balde de agua fría. Es aún más guapo que cuando nos dejamos, su porte y elegancia reflejan la autoridad que tiene en su empresa, su mirada es penet...