AGRIDULCE

Capítulo 22 ❥

Pensaba que había borrado aquellos malos recuerdos, más que olvidar penso que los había superado para siempre, pero allí estaba otra vez, llorando como si fuese otra vez aquella jovencita de 18 años a la cual humillaron y dejaron.

Ya era una mujer de 46 años, era la mujer que había decidido ser después de aquello que le sucedio, pero ahora sentía que su coraza esa que le costo construir, se estaba rompiendo nuevamente.

Flashback

Una linda joven rubia lloraba a mares en el piso, rogándole a aquel chico que no la dejara.

— Por favor, te lo pido, no nos dejes, te necesito, mis padres me hecharon de casa y no tengo a donde ir

— A ver cómo te las arreglas, yo no pienso recogerte, ve a quien le acomadas al bastardo que llevas alli — con eso le dio una fuerte patada en el vientre lo que le hizo retorcerse a la pequeña rubia —

El chico se subió a su auto y la dejo allí, sola con un dolor no sólo en su pecho si no también en su vientre, la chica lloraba del dolor, tocó su vientre bajo y cuando sintió algo húmedo se asusto, miro su mano y esta estaba empapada de sangre.

La chica trato de levantarse pero cayó al piso por la debilidad en su cuerpo, sus lágrimas no paraban de salir y cerca no había nadie, era de noche y estaba sola, el dolor se hacía cada vez más intenso, tanto así que se desplomo en el suelo lo último que pudoo sentir fue como alguien se acercaba a ella y susurro.

— Mi bebé...

Luego perdió el conocimiento.

Despertar en una camilla, sin saber o entender que hacia allí, era algo desesperante, se sentía mareada y el dolor en su cuerpo era insoportable, sentía que volvería a desmayarse a no ser por la señorita que estaba allí y la ayudó a recomponerse.

— Señorita... ¿Que hago aquí? ¿Porque tengo todo esto? — pregunto tratando de tener una respuesta — ¿Mi bebé? ¿Como esta mi bebé?

En sus manos habían intravenosas y un suero que estaba conectado a su brazo, a medida que el líquido pasaba dolía.

— Yo no puedo darle la respuesta que usted necesita, pero llamaré al médico para que el pueda hacerlo — dijo con una sonrisa — no te muevas mucho por favor ya regresó — la chica se dio media vuelta para caminar a la puerta pero antes de salir pronunció algo — Tu novio te trajo, el pobrecito no se ha movido de ese sofa desde hace 3 días

Sin más la muchacha salió dejando a la chica con preguntas en su cabeza.

¿Novio?

¿Su novio estaba allí?

¿Regreso por ella?

Su mirada siguió hasta dar con su...

Ese no era su novio.

Sobre el sillón había un chico, estaba recostado sobre el  reposabrazos, estaba dormido y se notaba cansado, su cabello todo alborotado le cubría parte de su rostro.

La chica sonrió, imaginaba que era el chico que la auxilió y la trajo al hospital, así que para no molestar más lo dejó descansar. Unos segundo pasaron y el médico entró apresurado logrado que la chica y el chico se sobre saltarán asustados de donde estaban.

El chico se encontraba perdido, agarrado señal, pues despertó de un brinco.

El médico empezó a revisar a la chica, le hacía algunas preguntas de si sentía algún malestar y la chica solo miraba al muchacho que también se perdió solo mirándola.

— Solo... Solo tengo un poco de mareo, pero ya me está pasando poco a poco.

El médico asintió y sacó de su bolsillo una pequeña pastilla y la colocó debajo de la lengua de la chica.