Capitulo 10 ❥

915 80 2
                                    

Unas simples palabras de un bebé lograron hacer que el corazón de Jungkook retumbara en su pecho, como era posible, pues ni él mismo lo sabía - la sangre llama, Jeon - el bebé de Jimin es el mismo niño que encontró en el parque, aquel niño que le regaló el brazalete de oro con diamantes, el mismo que tenía un gran valor y significado para si mismo. Imagino que la regalarlo estaba dejando ir sus sentimientos, pero al parecer el destino lo había planeado de esa manera.

Al mirar a los ojos al pequeño, se veía a el mismo cuando era un niño y aún estaba en los brazos de su madre, la mujer que lo amo con todo su corazón.

¿Porque se veía reflejado en aquel niño?

Esos ojos enormes y redondos que tenía, brillaban como dos estrellas en el firmamento, esas mejillas regordetas y lindas, muy rojitas que daban ganas de llenarlas a besos, esa trompita pequeña que parecía el piquito de un patito, tan bonito y delicado, si ese mismo niño lo acaba de llamar Papá, nuevamente.

Por otro lado el rubio estaba con los nervios de punta, aunque él mismo había llevado a Jungkook a ver a su hijo, ni siquiera recordaba porque lo había hecho, solo sabía que ahora había metido la pata y queria que la tierra lo tragase, Jungkook ya debió darse cuenta del gran parecido que tienen ambos, Jungsuk es idéntico a su padre - ni como negarlo Jeon - Jimin siente que en ese momento su corazón está por sufrir un ataque cardíaco, ahora es donde sentía ese terror de decir la verdad al pelinegro.

Nunca había sentido eso, tenía miedo, mucho miedo, enfrentar a Jungkook diciendole que tenían un hijo.

¿Como lo tomaría?

¿Se enojaria por haberle negado conocer a su hijo?

No quería que Jeon le quitara a su bebé en un ataque de ira por haberle ocultado que tenían un hijo en común.

Habían pasado casi 3 años, volver a ver al pelinegro removió su corazón, eso no podía negarlo, pero también hecho un poco de alcohol a la herida que Jungkook le hizo.

¿El amor aún permanecía en Jungkook?

¿Que sentía en ese momento, aun le quería?

¿Algun día le amo?...

Pero que estaba pensando, una persona como Jungkook solo podía amarse a si mismo, jamás lo amo, solo jugó con el, por eso no merecía saber que tenían un bebé, podían decir que era egoísta, pero nadie entendía lo que él había pasado en realidad, cuanto sufrió. Lo podrían juzgar fácilmente pero nadie sabe el verdadero dolor por el que el paso, esos meses en depresión, con un embarazo que al inicio pensó en interrumpirlo y que gracias a Dios no lo hizo porque si lo hacía, sabia que se arrepentiria el resto de su vida, además su bebé no tenía la culpa de nada, de sus errores en la vida, merecía vivir, ese niño fue su soporte y es como tener un pedacito de Jungkook dentro se él, Jungkook le dejó un gran regalo.

Él luchó por su bebé y lo seguirá haciendo, así que no permitiría que nadie lo aleje de su amorcito, de su pequeño panquesito.

"Pa... Pa"

- Pequeño... No hagas esfuerzo en hablar, tu gargantita esta débil

El niño intento moverse para estar cerca a Jungkook, pero el pelinegro fue quien que se acercó él - No te muevas mucho - una sonrisa apareció en su rostro cuando el bebé le hizo caso

Jimin, miraba esa escena con una grande opresión en el pecho.

Quizá Jungkook no merecía saber que tenía un hijo, pero su bebé si merecía conocer a su padre, siempre le hizo falta ese amor de padre, aunque lo tuviese a él a Tae y ahora él amor de Yuna, el amor de su verdadero papá no se podría comparar con nada o remplazar con otras personas.

AGRIDULCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora