Ella se encontraba sentada mirando los Rosales de su madre, aquellos Rosales en los que jugaba cuando era una niña, tenía lindos recuerdos allí. Ver los atardeceres era realmente maravilloso en ese lugar.
Mientras se encuentra sentada allí piensa en todo lo que ha pasado y a conseguido a base de esfuerzo, consiguió todo lo que se propuso, bueno casi todo. Nunca tuvo el amor del chico que amaba, en varias ocasiones la vida se encargó de dejarle en claro que ese amor sería siempre imposible para ella. Tan imposible que aún estando juntos jamás tendría de su amor, al menos no de ese amor de pareja, el tenía por ella más un amor de hermanos que otra cosa.Le era un poco difícil dejar todo atrás, el hospital en que trabajo, su familia, sus padres, a Jungkook, no era tan fácil como ella creía que sería, pero haría el esfuerzo porque necesitaba liberarse de aquello que le atormentaba mucho.
Era verdad que tenía una propuesta en otro país, una oportunidad que le permitiría crecer como médico, y es algo que no dejaría ir ahora, tal vez si Jungkook hubiese demostrado amor lo hubiese pensado, pero todo era diferente, no tenía razón por la cual quedarse, todo lo contrario, tenía muchas razones para irse, la principal. La felicidad de Jeon.
Unos pasos detrás de ellos se escuchan y puede reconocerlos, es Jeon.
Se sienta a su lado, mirando hacia los Rosales igual que ella y el silencio que la inunda es interrumpido por el.
— Hanna, ¿Podemos hablar? Yo necesito explicarte lo que paso, por favor dame unos minutos — le pide el castaño —
— Jungkook, no creo que sea necesario explicar, las cosas están muy claras, además no tendrias porque hacerlo todo ha terminado, eres libre
— Hanna, no lo digas de esa manera, no hables de una manera como si hubiese sido un prisionero contigo porque no es asi — la chica sonrie nostálgica — Se que te he lastimado y mucho, de verdad no se ni como pedirte perdon por todo lo sucedido — toma una respiración profunda — yo de verdad lo siento mucho, lo intente, te juro que lo intente, intente amarte con una gran intensidad pero... — calla por un momento, no quería joderla — Hanna yo te quiero y te quiero muchisimo, te veo como una hermanita, como la hermanita que nunca tuve, me gustaba cuidarte, protegerte y estar pendiente de ti, de que no te lastimaras — los ojos de la chica se llenaron de lágrimas sin darse cuenta — no me di cuenta, no me di cuenta que de quien debía progerte era de mi mismo pequeña —
La calma con la que habla hace que a Hanna le tiemble el cuerpo, aunque no sabe si es por el frío o por la voz del chico.
— Siempre hemos sido mejores amigos, desde hacía mucho tiempo, desde que eramos unos niños, ¿lo recuerdas? — al recordar eso la chica no aguanta más, sus lágrimas salen y corren por sus mejillas — éramos inseparables, los mejores amigos por siempre, éramos felices siendo amigos, ¿por que eso tuvo que cambiar? ¿Por que cambiamos?
Después de decir aquello el silencio los invadió, un silencio para nada incómodo, de hecho ambos se fundieron en sus pensamientos, en sus recuerdos, aquellos recuerdos que solo a uno afectaba, y esa era la chica.
Recuerdos dolorosos y vergonzosos que pasó, todo por querer que el castaño se fije en ella.
Flashback Hanna :
Me siento muy nerviosa, siento como si todos los niños aquí pudieran ver mis pensamientos y lo que planeó hacer, o es que estoy viendo cosas.
Puedo ver que todos disfrutan, algunos en los juegos, otros en la comida, otros a las carreras y otros niños bailando
¿Jungkook?
Jungkook estaba jugando con los demás niños, pero ahora está bailando con una niña rubia, alta y de sonrisa bonita, ella va a la misma escuela en la que estamos nosotros y están en la misma clase, ellos son buenos amigos, hay veces en las que Jungkookie no ha ido a verme a mi clase y cuando salía podía verlo con ella. Me miraba feo, podía verla sonreír arrogante cuando se lastimaba a propósito para que Jungkook la ayudará y este se encontraba conmigo.
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AGRIDULCE
FanfictionNo se que sentir en este momento, volver a verlo y saber que es mi nuevo jefe ahora, me cayó como un balde de agua fría. Es aún más guapo que cuando nos dejamos, su porte y elegancia reflejan la autoridad que tiene en su empresa, su mirada es penet...