Luego de la cena pasaron al salón en donde tomaron café y contaron algunas anedoctas o bueno avergonzaron a Jungkook delante de Jimin, la señora Jeon contaba a toda risa como Jungkook solía correr desnudo por toda la casa cuando era pequeño, todo porque no quería bañarse, no le gustaba bañarse, decía que no tenía sentido pues se volvería a ensuciar.
Los minutos pasaron y ya tenían que partir a su hogar pues ya era demasiado tarde y Jungsuk tenía que descansar no podía perder horas de sueño, ya que aún era muy pequeño, pero había un gran problema, el niño no queria despegarse de las faldas de su abuela. Después de tanto insistir, la señora Jeon le pidió a Jimin que dejará a Jungsuk en casa y que por la mañana ella misma lo llevaría a su casa, el chico dudo un poco pero término aceptando pues no había poder alguno que hiciera que su hijo se despegara de las faldas de la abuela.
De camino a casa un castaño se desvió del camino, la verdad no quería dejar a Jimin en casa, quería estar con el por más tiempo.
— Kookie, creo que te equivocaste de ruta — informa el rubio — era por la otra calle
— No me equivoqué mi amor, iremos a un lugar en donde podamos charlar y estar solos — sin quitar la mirada del frente toma su mano y la besa — ¿No quieres pasar un tiempo a solas?
Jimin ya sabía por donde venía la cosa y es que era imposible no notarlo, no palparlo, era obvio, la tensión sexual que había entre los dos era cada vez mayor, a decir verdad el también deseaba pasar tiempo con Jungkook a solas pero no se podía pues Jungsuk no se despegaba de su padre, incluso quería dormir con el.
— Estaciona allí — pide el rubio —
El castaño obedece y aparca el auto en un callejón algo solitario, la verdad es que a estas horas ya casi nadie pasaba por esta ruta pues eran zonas más privadas.
Jimin no sabía porque pero se sentía algo nervioso, pero decidió mandar todo al carajo, quería sentir a su hombre ya, no aguantaba más la situación.
De un momento a otro Jungkook tuvo a Jimin sobre su regazo.
Con las mejillas sonrojadas el rubio beso al castaño, era un beso suave pero intenso, un beso que demostraba cuanto se necesitaban el uno al otro. En medio del beso Jungkook colo sus traviesas manos por debajo de la gabardina de Jimin, su piel era muy suavecita Jungkook sentía como si estuviese tocando un algodón.El rubio se separo de su marido por falta de aire con un hilito de saliva aún uniendolos, Jungkook le dio 4 segundo para respirar y volvió atacar sus labios, eran muy suavecitos, esponjocitos, los más bonitos que había visto.
El beso fue poco a poco subiendo de intensidad, tanto así que ahora Jungkook ya no besaba los labios de Jimin si no su cuello, el rubiecito tenía las mejillas muy coloradas, la respiración agitada y el corazón acelerado, necesitaba sentir a su hombre.
— Kookie... — llamó al castaño — Kookie, hazme el amor, por favor
— No tienes que pedirlo cariño — respondió sin dejar de besarlo —
Entre besos y toqueteos Jungkook desabrocho los pantalones del rubio dándose cuenta que el chico traía unas lindas braguitas de encaje blancas.
— Dios, que afortunado soy, con eso me puedes matar cariño — Jimin soltó una risita —
— No digas eso
— Es la verdad nene, esa braguitas te quedan increíble — alaga el castaño levantando un poco a Jimin para bajar sus pantalones — No me equivoqué, te quedan preciosas
— Sabes que solo las chicas deben usar esto
Jungkook le plantó un beso en los labios, callando el comentario del chico, pues no le agrado que dijera eso.
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AGRIDULCE
FanfictionNo se que sentir en este momento, volver a verlo y saber que es mi nuevo jefe ahora, me cayó como un balde de agua fría. Es aún más guapo que cuando nos dejamos, su porte y elegancia reflejan la autoridad que tiene en su empresa, su mirada es penet...