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La anterior cena dejó resueltas al aire varias preguntas, la primera: Alicent era una persona cruel, la segunda: Aegon no seguiría viendo junto a ella nunca más y la tercera: los hermanos de Aegon sabían de nuestra relación, Aemond al inicio no se lo creyó. Pero luego se calmó y la intentó aceptar (le era imposible)

Lo bueno de todo esto era que Alicent había quedado bajo cuidado de la policía para observar si habían indicios de maltrato por su parte. Aemond y Helaena habían quedado cuidados por Corlys y Rhaenys ante la espera de la evaluación de la policía.

- Lo cierto es que voy a necesitar unas vacaciones después de esto...- resopló Aegon acariciando al felino, nos encontrábamos en la casa de Corlys y Rhaenys, Corlys habían hecho galletas para merendar.

Rhaenys tenía un gato precioso de color anaranjado, su nombre era Meleys. Aegon parecía estar ensimismado con este.

- Por qué no las tomas?- preguntó la mujer de mediana edad, su cabello era igual de rubio como el de la familia, nuevamente maldecí la genética de mi padre por no haber salido con ese rubio platino tan característico.

- No puedo con el estudio, además, a donde iría de todas formas?.- Aegon despegó la vista del animal para fijarla en nosotros.

- Puedes faltar un par de días, o puedes ir un fin de semana.- la mujer acercó la mano a la bandeja que había dejado con galletas y agarró una para masticarla.

- El siguiente paso es que no tengo dinero.- Aegon se incorporó y fue a sentarse al gran sofá, Meleys le persiguió.

- Quién ha dicho que tengas que ir a un hotel? Puedes irte a la casa del lago de Corlys.- la muchacha le dirigió una mirada a su marido.

- Es verdad! Podrías ir ahí.- se removió en la silla.- Llévate a Jace y a tus hermanos, la casa es bastante grande.- sonrió ampliamente.

- Yo no puedo, voy a quedar con varias amigas.- musitó suavemente Helaena, la cual estaba sentada en el sofá viendo un documental sobre reptiles.

- Pues llévate a Aemond.- pronunció nuevamente Rhaenys.

- Aemond tampoco puede, tiene que estudiar.- replicó la rubia.

- Jace querido, tu tienes que hacer algo?- Rhaenys me miró, yo planteé durante varios instantes si tenía algo que hacer. Realmente no tenía nada más que entrenar tenis, esa semana no habían exámenes y podía faltar.

- No.- respondí, Aegon me miró.

- Entonces id los dos, podéis quedaros el tiempo que queráis, pero tampoco mucho por el instituto.- Rhaenys observó a Aegon y luego a mi. Helaena estaba expectante a los acontecimientos, Aemond según tenía entendido ese día estaba durmiendo.

- Así de paso le echáis algo de agua a las plantas, Corlys lleva tiempo sin subir.- algo que me hacía particular risa de mis tíos abuelos era que, en su relación Corlys se encargaba de cocinar y los trabajos de la jardinería, en cambio Rhaenys era la que ponía el orden.

- Qué plantas tenéis?- preguntó Aegon mirando con repudio al televisor, su hermana estaba viendo como una serpiente devoraba a un animal más grande que el reptil.

- Tulipanes, lavandas y mis preciosas orquídeas.- lo último lo dijo con especial cariño Corlys, eso me dio algo de ternura.

- Creo que lo idea sería quedarnos 4 días, una semana sería demasiado.- espeté, era obvio que deseaba estar 1 semana a solas con Aegon, pero debíamos de tener en cuenta el periodo escolar.

Pareció que todos se quedaron a gusto con mi comentario pues nadie replicó, así que Aegon y yo nos marchariamos ese mismo día desde la tarde noche.

Ahora Aegon y yo paseábamos junto a Helaena en un centro comercial.

- Compramos unos helados?

Aegon miraba a una tienda con un escaparate inmenso de bolas de colores, se veía espacioso el lugar.

Helaena y yo entramos, miramos durante unos segundos la vitrina expositora con los sabores de helado. Luego Aegon ordenó un helado de menta, su hermana y yo le criticamos durante un buen rato (a quien mierdas le gustaba ese sabor?)

Helaena se lo pidió de Yogurt con frutas del bosque, yo me lo pedí de chispas de chocolate.

- Nunca entendí que le ves de sabroso a la menta, es como comerte un tubo de crema dental.- Helaena miraba con recelo el vasito de helado que sostenía Aegon.

- Oye! Yo no critico que le eches limón a la sopa.- estallé a carcajadas cuando vi que Aegon y su hermana habían empezado una discusión por un estúpido sabor de helado.

Miramos en varias tiendas algunas cosas de Harry Potter y Aegon se molestó porque Helaena y yo estuviésemos conversando un largo rato sobre la franquicia, también jugamos un rato a los bolos.

Fue una tarde bastante divertida.

A las 22:30 Corlys nos llevó hasta la casa, el trayecto fue largo y pesado.

Llegamos sobre las 23:00, a esa hora nos encontrábamos hambrientos, pero aún así Corlys nos hizo una guía detallada de la casa.

Nada más entrar se podía ver el inmenso lago, estaba rodeado de pequeñas flores y césped, era un paisaje precioso. En el umbral de la casa habían varios bancos, la casa era blanca y con varios toques de madera, el interior de la casa era rústico, anticuado y minimalista, pero aún así no se le quitaba la preciosidad del lugar.

La cocina tenia una encimera con los fogones y demás, luego una mesa gigantesca de madera y olía a limpieza.

El salón tenía un televisor y un sofá color cremoso adornado de cojones verdes, una alfombra descansaba en el suelo.

Subimos por unas escaleras de caracol hasta la segunda planta, allí estaban las habitaciones.

Corlys nos las mostró: la primera era una sencilla para una sola persona, la segunda tenía dos camas y un escritorio y la última era una cama matrimonial. Aegon sonrió con malicia cuando vimos la cama gigantesca.

Corlys se marchó y yo bajé a hacer la cena mientras que Aegon se instalaba en la habitación. (Claramente escogimos la matrimonial)














Movía el cuchillo con destreza sobre la cebolla que estaba partiendo, iba a hacer un sofrito para acompañar con pollo, era una receta que mi madre solía hacer cuando era pequeño.

Aegon entró a la cocina con un pijama color azul, en la camisa tenía un pingüino dibujado y los pantalones eran cortos el iba descalzo.

- Huele genial, no sabía que cocinases.- susurró en mi espalda una vez que entrelazó sus brazos en mi cintura para abrazarme por detrás, su cabeza estaba apollada en mi espalda descansando.

- Mi madre me enseñó, así que aprendí.- terminé de cortar la cebolla y la tire a la olla con agua. Ahora solo faltaba esperar varios minutos para comer.

Aegon me dejó un beso en la nunca y yo me giré para agarrar su cintura entre mis manos. Sus brazos ahora fueron a mis rizos y me atrajo hacia el y un beso cariñoso y lento aterrizó sobre sus deliciosos labios.

The Beach  ( Jacegon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora