9. Your mouth against mine +18
Habían piezas que no... encajaban, también habían muchas lagunas... y aunque repasara cada cosa, definitivamente, no encontraba una explicación. Las incógnitas me ponían de mal humor, entonces... ¿Quién había traído a Kimhan? ¿Quién supo de la naturaleza angélical de Porchay? ¿Esa persona usó a los jóvenes que hicieron el culto solo para invocar a Kim? eran preguntas que aunque me quedara toda la noche pensando en su respuesta, cada vez me encontraba mas lejos de obtenerla, así que comencé a armar un pequeño mapa de ideas con hilos rojos en el salón de la mansión.
Sabía que Porchay era un ser especial, su energía era demasiado poderosa, estar mucho tiempo a su lado resultaba abrumador, en todos mis años de existencia nunca había presenciado una energía tan positiva como esa, me sorprendí más cuando descubrí que Kim era el único demonio capaz de estar a su lado sin sentirse mareado, pero era simple: tenían un lazo.
Un lazo extraño, nunca antes visto... Abigail me contó que aquellos lazos entre Nephilim y demonio eran casi inexistentes y que de hecho, nunca había conocido un Nephilim que estuviera atado a un demonio, lo que resultaba siendo una piedra en el zapato, porque quiere decir que no había mucha información, de verdad esperaba que tuvieran éxitos en Italia.
Conocí a Kim cuando mi cuerpo se regeneró de la materia del infierno, oscuridad, lamento, lujuria, engaño, la dosis de cada demonio poderoso, el mal de los seres vivos en todos los cosmos, en todas las dimensiones y en todos los planos terrenales, Kim es el demonio más antiguo, y yo fui su sirviente por un largo periodo... hasta que me revelé, y aun así, su poder sobre el mío seguía siendo mortal, quizá él vio algo en mi que lo hizo debatirse entre dejarme existir o eliminarme, así que verlo sometido ante un humano... peor aún, ante un híbrido... era casi vergonzoso.
El orgullo de un demonio no era cualquier cosa.
– ¿Jael? –
Inhalé moviendo el bolígrafo entre mis dedos, era Macao... no esperaba verlo durante estos días que su amigo estuviera afuera, pero aquí estaba y yo, para su desgracia no tenía paciencia.
– Dime que te extraviaste y te irás por donde llegaste – dije sin mirarlo
Macao se acercó hasta colocarse en frente de mí, del otro lado de la mesa bloqueándome la entrada de luz.
– Creí que éramos un equipo – comentó apoyándose en la mesa
Lo miré, hoy se veía especialmente atractivo... a mi me gustaban los humanos, quiero decir, la parte física de los humanos, no su estúpida debilidad y sentimentalismo por todo, me gustaba sus cuerpos y su forma de moverse, era tan bonita... y Macao definitivamente era un humano bonito. Tenía ojos expresivos, una sonrisa cautivadora, y lo más importante: tenía un culo que me encantaba.
– No somos un equipo – puntualicé tocando la manera con el plumón – Solo estamos unidos parcialmente por una causa, tu ayudas a tu amigo y yo ayudo para que el príncipe del infierno regrese a nuestro hogar y ponga las cosas en orden.
Macao alzó las cejas – ¿Y qué pasará en el infierno si Kim no está? ¿Un golpe de estado o qué? – se burló
– Mmm, realmente estoy siendo bueno con los humanos, ¿quisieras tener a mil íncubos tras tu culo bonito? – pregunté alzando las cejas
– ¿Qué?
– En el infierno hay demonios sexuales, adoran a los niños bonitos como tú, ¿qué crees que harán cuando lleguen a este plano y sobretodo a este lugar? La presencia angelical de tu amigo los atraerá como la luz a un polilla... y para ti eso sería desafortunado –
