6. City of demons.
No podía creerlo, viajaría con Kim a Italia... era lo suficiente inesperado y extraño porqué jamás había salido del país y mucho menos de continente, todo lo que conocía de Europa era por la televisión, las películas, la literatura y la música, pero nunca he tenido un contacto directo, eso me causaba ansiedad.
Creo que una parte de mi se estaba acostumbrando a la presencia de Kim y a la zozobra de la muerte, aunque él me asegurara que no iba a matarme, pero yo sabía algo: él era un demonio y en esos seres no se podía confiar, es decir, eran los amos de las mentiras... ¿Por qué Kim tendría que ser diferente?
Miré a Macao en el sofá, ya comenzaba a recobrar la conciencia porque sus párpados se movían y los dedos de sus manos también, ya quería escuchar su voz, percatarme de que estaba bien antes de marcharme con Kim, todavía no sabía que diría en el colegio o que le diría a mí padre, que por cierto... tengo más de diez llamadas perdidas, seguramente porque no me quedé en casa anoche... y apenas lo notó esta mañana, o porque llamaron del colegio para avisar que no había asistido, también tenía dos llamadas de Vegas y otra de la madre de Macao.
Estábamos metidos en un buen lio.
–Ya reviví a ese idiota, ¿por qué lo miras tanto? No va a desaparecer – replicó Kim a mi espalda
Exhalé – Quiero asegurarme de que despertará siendo él mismo –
– ¿Que crees que le hice? ¿Lavarle el cerebro? – preguntó sarcástico –
Me encogí de hombros.
– No lo sé, en ti no se puede confiar –
– Si, tienes razón... no confíes en mi – habló dentro de mi cabeza...
Dios, odiaba cuando hacía eso... se sentía extraño.
Jael rodeó mi asiento y se tumbó en una poltrona individual subiendo sus botas en la mesa de centro, entrelazó sus dedos por encima del abdomen.
– Despertará en cualquier momento – dijo Jael
Kim inhaló – Compraré los tiquetes para esta misma noche, también iré por tu pasaporte – Luego, ya no lo sentí a mi espalda, se había marchado.
– ¿De donde saca dinero? – pregunté a Jael
– Llevamos mucho tiempo visitando este plano terrenal, Porchay... obviamente tenemos dinero, sabemos los números de la lotería millonaria, también los números de bancos de personas con mucho dinero, podemos simplemente robar una caja fuerte... – comentó encogiéndose de hombros – Hubo un tiempo que Kim solía visitar mucho la tierra, se divertía en grande con los humanos...
Hice una mueca – Si, me lo imagino – farfullé – Jael, en ese libro... ¿Encontraré datos sobre mi origen?
– Si, es el único libro sobre la faz de la tierra que habla sobre los Nephilim, quizá por eso es que lo tienen resguardado en el vaticano – dijo Jael mirando a Macao –
– ¿Por qué un humano escribiría sobre los Nephilim? – pregunté
El me miró – Porque no fue un humano, fue un Nephilim... – contestó – Estaba enlazado con un humano así que al parecer, escribió sobre los lazos energéticos y los de sangre, según Abigail... los lazos de sangre, como el que compartes con Kim, son los más extraños.
Me removí, nervioso – ¿Que pasaría si no logramos romper el vinculo?
– No lo sé, pero con ese libro lo vamos a averiguar – respondió
