Los días pasan, Carlos y yo seguimos en los mismos términos y mi mente y mis emociones se han vuelto un revoltoso caos dentro de una busca desesperada de estabilidad al no hallar una respuesta fija a la cual sujetarse.
Un día él va caminando junto a mí, recogiendo flores de los jardines para obsequiármelas de manera que me hace sentir en las nubes... pero al otro me propensa un inmenso golpe de realidad hablándome de alguna atracción hacia una chica.
—Yo esperaba al menos un ramo por esa victoria—comentó sarcástico mi compañero luego de haber obtenido el primer lugar en el Gran Premio de Brasil.
—Más bien yo era quien esperaba un premio de consolación—confesé caprichosamente a causa de mi choque y posterior abandono de la carrera.
Realmente la situación incierta con Carlos ha agotado toda mi energía mental y emocional.
Porque luego de que por ese comentario me regalara un ramo improvisado de múltiples flores que resultó ser una fascinante combinación sobre todo por ser proveniente de él y que juré conservar para la eternidad, viene y me habla de alguna chica que se ha ganado su interés.Pero luego, cuando caminamos juntos observa un diente de león, lo arranca de la tierra y me lo obsequia.
—Ten, para que pidas un deseo.—mencionó extendiendo la pequeña planta hacia mí.
—¡Qué considerado!—acepté la flor enternecido—ahora déjame pensar en uno—comenté como si no fuera obvio que lo único que deseo ahora es o finalmente tener a Carlos para mí o no tenerlo, lo que sea que termine con esta extraña ambigüedad en la que se ha convertido nuestra relación.
Más tarde en decir las palabras en mi mente que lo que el aire tomó para soplar por mí sus vilanos.
—¡Ay!—comenté decepcionado viendo fijamente con tristeza el filamento vacío que restaba de lo que era mi flor. Irónico, tal vez el destino no quiere que obtenga esas respuestas, probablemente porque estas no sean buenas.
Pero creo que es mejor afrontar la decepción a seguir tolerando esta inquietud.
—Espera—comentó él mientras empezaba a repasar con su mirada todo el suelo floreado circundante—¡Aquí!, y hay justo dos, ten este—dijo pasándome una nueva flor y quedándose él con la otra.
—Ahora sí estoy listo.—respondí dispuesto a no permitir que esta vez mi deseo se viera frustrado.
—Pero antes dame tu mano—comentó él haciéndome nerviosamente colocar mi palma ligeramente temblorosa en su mano que extendía hacia mí para luego entrelazarlas—ahora sí, nuestros deseos se harán realidad.
Entonces comenzamos a caminar sujetos de la mano mientras ambos soplábamos nuestro diente de león.
Solo me preguntaba qué tan rara se vería la escena desde una perspectiva lejana. Realmente no podía pensar en algo más porque ir de la mano con Carlos me mantenía muy intranquilo mentalmente. Lo disfrutaba pero ello no disipaba mi nerviosismo.
Así es como nuestra relación ha sido. De esa manera la hemos construido desde que inició como una amistad.
No hemos avanzado de nivel y solo seguimos siendo un par de amigos que se coquetean casualmente. Uno se ha enamorado y el otro... realmente ya no sé en qué términos emocionales esté parado Carlos.
Alguna vez me dijo "el error de muchos al tratar de acercarse románticamente a una persona es iniciar el contacto en términos de amistad, porque se corre el riesgo de que esa persona se quede con esa idea y no vea al otro como más que un amigo. Lo adecuado es ser directos desde un inicio"
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1655 [Charlos]
FanfictionEl amor es el sentimiento más profundo y fuerte que puede experimentar un ser humano, es capaz de convertirlo desde la persona más feliz hasta la más desdichada. Suele presentarse de maneras insospechadas, puede unir a quienes siempre han estado des...