—Sigo pensando que es tu gran noche, Carlos. Deberíamos estar celebrando con todos allá en lugar de ir a donde quiera que estemos yendo. —insistía el monegasco en medio del viaje en auto con su compañero que inició inmediatamente después del gran discurso del español—probablemente a todos les pareció extraño que de repente me cargaras y saliéramos huyendo así como si nada de la premiación.
—¿Por qué habría de ser extraño?—respondió transfiriendo su atención de la carretera hacia su copiloto—además te acabó de pedir matrimonio, ¿con eso no quedó claro que quiero compartir solo lo mejor de mi vida contigo?
—Bueno, ¿al menos puedo saber a dónde nos dirigimos?—preguntó haciendo una cara de cachorro triste rogando por recibir una respuesta.
—Al aeropuerto.—respondió secamente con una sonrisa postrada en su rostro, producto del placer de matar de la curiosidad a su comprometido.
El menor solo formó una pequeña "o" con sus labios, como respuesta ante la inesperada sentencia del moreno—me dejas igual—reclamó cruzándose de brazos, desviando la mirada fingiendo estar molesto.
—¿Si te lo digo te tranquilizarías un poco?
—Sí, por favor—respondió devolviéndole la atención mientras realizaba un gesto de súplica con sus manos, alargando las vocales de las palabras que pronunciaba.
—Pues vamos al aeropuerto a tomar un vuelo programado a Las Vegas, ¿te parece?
—Dios mío, ¿tan rápido será la boda?, ¿ya no te resistes verdad? Ya quieres que me convierta en Charles Leclerc de Sainz.—comentó divertido buscando molestar a su pareja.
—Si te quisiera amarrar, ya habría tomado el consejo de un viejo amigo y te hubiera hecho un hijo, Charles.—respondió uniéndose al juego logrando sonrojar notoriamente a su compañero.
—Está bien, yo me lo busqué—admitió apenado—¿pero ya en serio a qué vamos?
—No vas a parar hasta que te lo diga, ¿cierto?
—Ciertamente no—respondió dedicándole una tierna sonrisa.
—Vamos a un concierto.
—¡Oh por Dios!, ¿no estarás hablando de la residencia de Adele, o sí?—preguntó viéndolo con emoción, cuya imagen era observada por el mayor a través del retrovisor—Dios mío, Carlos, eso sería perfecto, he querido ir, pero sabes que hay carreras todo el año y es imposible—comentó frustrado.
—Bueno, no diré nada, solo que puede que vayamos a su último show del año para el cual puede que haya comprado entradas durante la preventa unos meses atrás porque puede que quería contentar a una persona que no me quería hablar.
El castaño duró un momento tratando de comprender un poco el discurso de su acompañante, y cuando por fin logró captar sus indirectas, varias lágrimas de felicidad empezaron a brotar de sus ojos.
—Lando me dijo: "y ahora que tu noche de premiación se empalma con el concierto, ¿qué harás?, ¿venderás los boletos?", y obviamente le dije que no, que yo llevaría a mi futuro esposo a ver a su ídolo—prosiguió hablando el mayor cuando no recibió respuesta por parte del otro.
—Es que no lo puedo creer—confesaba aún llorando—primero tu discurso, luego el compromiso y ahora esto, jamás creí que alguien me amaría tanto—admitía removiendo las lágrimas que corrían por su rostro con una sonrisa postrada sobre él.
—Qúe ingenuo eres.
—¿Disculpa?—reclamó ofendido olvidando por completo su reciento estado emtivo.
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1655 [Charlos]
FanficEl amor es el sentimiento más profundo y fuerte que puede experimentar un ser humano, es capaz de convertirlo desde la persona más feliz hasta la más desdichada. Suele presentarse de maneras insospechadas, puede unir a quienes siempre han estado des...