Beatrice Prior's sister.

Prueva de aptitud

T r i s

Me levanté a las ocho y media de la madrugada para que nos dé tiempo a ir a el instituto y dejar a Lily en el colegio. Estoy muy nerviosa por los resultados de mi prueba de aptitud, al igual que ella y Caleb.

fuimos a desayunar.

-Buenos días.-dijimos las dos a la vez.

Caleb y mis padres nos respondieron igual. Abnegación me parece una faccion aburrida. Todo es gris (literalmente) y no hay diversion.

después de desayunar y de prepararnos, mis hermanos y yo salimos de casa, rumbo a la escuela de Lily. Ella estaba muy nerviosa, asique la intenté tranquilizar.

me agaché para quedar a la altura de sus ojos.

-Lily, escúchame. Todo va a salir bien, sólo es una prueba. Te vendré a recoger más tarde.-le dije, dándole un beso. Caleb hizo lo mismo.

No hablaba mucho con Caleb, el era muy callado. Entramos en el instituto, y fuimos a la cafeteria a esperar a que nos llamaran para hacer la prueba. Caleb entró primero, y a los cuatro minutos me llamaron a mí. Me sequé el sudor de las palmas de las manos en el vestido y entré. En la habitación se encontraba una osada, o como me gusta llamarles, los libres. siempre envidié la libertad que tenían.

ella me hizo un gesto para que me sentara en la silla que hay. Obedecí.

-Hola, soy Tori y voy a supervisar tu prueba.-me dijo. Yo me limité a asentir.

Se giró y me tendió un frasco con un liquido azul espeso. lo cogí y lo olí. Olía realmente mal.

-¿que es?-pregunté. No pensaba beberme un líquido de el cual no sabía lo que contenía.

-Vaya. Pensé que no había abnegados curiosos. Es para la prueba. Ahora bebe. De un trago.-dijo la mujer.

Obedecí. Me tragué todo el contenido, y caí en un profundo sueño.

Estaba en la sala de la prueba de aptitud, solo que esta estaba completamente bacía, solo había espejos. Contemplé mi reflejo, y toqué el cristal. Me giré y detrás de mí había mas Beatrices. Me asusté, y una de ellas habló.
-Escoje.-dijo. Me giré bruscamente y ví dos platos, los cuales contenía un trozo de carne y un cuchillo del tamaño de mi antebrazo.
-¿para que necesito esto?-pregunté, desconcertada.
-Escoje.-repitió.
Al girarme de nuevo, ya no había nada. Me volví a girar, y las perfectas copias de mí tampoco estaban.
De el fondo de la habitación, apareció un enorme perro, el cual venía ladrando y corriendo en mi dirección. Cerré los ojos, asustada. Recordé que si te pones a la altura de cualquier animal agresivo, este se calmará. Y eso es lo que hice, me agaché, para quedar a su altura.
Este dejó de gruñir. Menos mal que había parado. Resoplé, aliviada. Esperé a que saliera mi siguiente obstaculo, acariciando a el perro. De la otra punta de el enorme cuarto, apareció una niña abnegada, la cual llamó a el perro. Me giré para ver a el perro, el cual volvía a gruñir como anteriormente. Este se lanzó en una carrera a la niña, la cual gritaba. Me levanté y corrí para detener a el perro. Me tiré sobre él, y todo desapareció.
Me desperté sudando en la habitación en la que me quedé dormida. Tori tenía una expresión asustada.
-Vamos, levántate. Sal por la puerta de atrás, antes de que venga otro supervisor.
Ella me levantó y me empujó hacia la puerta.
-¿cuales son mis resultados?-le pregunté, intentando entender la situación.
-Sal ahora mismo.-me dijo.
-Si, ahora, pero...¿cuales son?-Insistí. La verdad es que no me pensaba mover de aquí hasta saber mis resultados.
-Erudición, y Abnegación y...Osadía. Tus resultados no han sido concluyentes. Lo llaman divergente.-me dijo.
-¿Qué? pero...¡eso es imposible! se supone que la prueba me tendría que decir que faccion escojer, la prueba...-Comencé a decir, pero ella me cortó.
-La prueba, no ha funcionado en tí. Tu tienes que saber que elejir. Y ahora...-me dijo, empujandome fuera de el cuarto. Salí del instituto, con el cerebro hecho un autentico nudo. Me dirijí a el colegio a esperar a Lily.

L i l y

Me desperté rápidamente. La prueba se me ha hecho eterna.
El cordial que me ha supervisado la prueba, Colton, me levantó rápidamente.
-¿mis resultados?-quise saber.
-Verdad y...Cordialidad.-me dijo.
-¿como?-pregunté, desconcertada. Por lo que me contaron mis padres ayer, solo puede salir un resultado.
-No han sido concluyentes.-me dijo.
-Pero si alguien te pregunta, dí que te ha salido Abnegacion, porque es lo que he escrito manualmente.-agregó, y yo salí de el cuarto. Las dos palabras que solo podía pensar eran "cordialidad" y "verdad". No era capaz de pensar en nada más.
Salí de la escuela, y ví a mi hermana sentada en las escaleras.

T r i s

Ví a mi hermana salir por la puerta de su escuela. Ella también es divergente. Lo sé.
-¿Qué tal?-le pregunté en modo de saludo, abrazandola, pero yo ya sabía que si había salido tan pronto, no ha podido ser por nada bueno.
Ella negó.
-Verdad...y Cordialidad.-dijo con su aguda voz temblorosa.
-¿Divergente?-le pregunté.
Ella asintió levemente.
-¿Cómo lo sabes?¿Tú...también lo eres?-me preguntó con los ojos.muy abiertos.
-Sí. Abnegacion, Erudición y...Osadía.-le dije.
Caminamos a casa en silencio. Tori me dijo que no se lo contaría a nadie, pero bueno, sé que mi pequeña hermana siempre me guardó muy bien los secretos. No se lo contaré a nadie más, de momento. Aunque no sabía muy bien que era ser divergente, sabía que era muy peligroso, porque si no Tori no se hubiera comportado de esa manera.
Caleb llegó unas horas después, y yo empezé a cortar las zanahorias para la menestra de verduras. El se acercó a mí.
-No te ví después de clases. ¿Ocurrió algo en tu prueba de aptitud?-me preguntó.
-Mmm...me encontraba mal...y mi supervisora me dijo que me fuera a casa.-le mentí. Menos mal que Lily estaba dormida en su cuarto.
-¿Y terminaste la prueba?-me preguntó.
Asentí.
-¿y...tus resultados?-me preguntó en un susurro.
-¿y los tuyos?-le pregunté, algo molesta.
El asintió en forma de disculpa y me ayudó a cortar las verduras.
Lily bajó poco tiempo después. Menos mal que Caleb no le dijo nada. Comimos los tres en silencio. Mis padres hoy no podían comer en casa. Después de comer recojimos los platos y cada quien se fué a su cuarto.
Yo me descalcé y fuí de puntillas a el cuarto de Lily, a hablar con ella.
-Lily.-le susurré, entrando.
Cerré la puerta detras mío. Ella estaba sentada en su cama, tratando de soltarse el moño. Me senté a su lado y terminé de soltarselo.
-¿has pensado qué escojer en la Ceremonia De La Elección?-le pregunté.
Ella negó.
-Bueno, ni se te ocurra elejir facciones peligrosas como puede ser Osadía. Eres demasiado pequeña y...como no te ha salido en la prueba de aptitud, igual tendrías que ser una abandonada.-le expliqué.
Ella asintió. Yo ya sabía que facción escojer, Osadía. Siempre pensé que mi corazón pertenece a esa facción.
-Y tampoco elijas la facción que voy a elegir yo. Es peligroso.-le dije.
Ella volvió a asentir.
-Puedes escojer Cordialidad. Es una facción segura.-dije, acariciandola el cabello.
Ella asintió nuevamente, pero con una sonrisa.
Me creí esa sonrisa, aunque no mucho.
A la hora de cenar, mis padres llegaron a casa. Mis hermanos y yo bajamos a ayudarles a cocinar. Después de cenar, Caleb, Lily y yo empezamos a subir las escaleras para que cada quién subiera a su cuarto pero mi padre nos retuvo.
-Esperar. Bueno...os queremos.-dijo mi padre. Yo fuí a abrazarle. Después cargué a Lily en mis brazos, para que ella también pudiera hacerlo. Abrazé tambien a mi madre, y Lily al hacerlo estaba llorando. Yo tambien lo hize. La dejé en su cuarto y me fuí a el mío, a intentar dormir.