¿ Traidor, o ángel de la guarda?(2/2)

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C u a t r o
Me desperté por culpa de el delicioso olor de los muffins recién horneados de la cafetería. Me rebolví sobre las sábanas, estirando todos mis músculos y después me levanté, ya que a pesar de que tuviéramos unos días libres por razones que desconozco, quería aprovechar cada segundo de este día para estar con mi novia, Tris. Todavía no me puedo creer que una chica como ella haya aceptado ser la novia de un chico como yo. Diablos, y para ser sincero, este tema me ha tenido bastante tiempo despierto esta noche; ¿y si no soy lo suficientemente bueno para ella? Esa chica se merece lo mejor del universo, y no son ni exageraciones ni algo que diría una persona enamorada, es la pura verdad, y cualquiera con ojos puede ver lo maravillosa que es. Me impresiona que yo haya sido el primer chico en pedirla ser mi novia, simplemente estoy en una nube.
Elegí la ropa que me suelo poner en los días importantes o en fiestas, que consta de un vaquero elástico negro ajustado, una de las pocas camisetas que tengo planchadas, la cual es de color gris muy oscuro y es bastante entallada y unas deportivas bastante oscuras que me había comprado unos días atrás. Antes de ir a desayunar, fuí a ducharme, tal y como lo hago habitualmente. Al salir, quité la mayor humedad posible de mi pelo, y después de vestirme me dirigí a la cocina de mi departamento y empecé a desayunar, en silencio absoluto. A veces me siento tan solo aquí... Ojalá Tris venga pronto a vivir aquí, es uno de mis recientes sueños. Convivir con la persona de la que estoy enamorado sería muy agradable.
Fregué el bol que he utilizado para desayunar, y me arreglé el pelo, el cual ya estaba completamente seco.
Eran las 7:20 de la mañana cuando había terminado de hacer todo, y decidí salir de mi departamento para ir a los dormitorios de los iniciados.

Tal y como me suponía, Osadía estaba desértico, solo había un par de osados borrachos desparramados por el suelo.
Antes de ir a los dormitorios, fuí a el único comercio que se encontraba abierto, una relojería.
Se me ocurrió una muy buena idea para poder quedar con ella, y sí, se lo podría decir por mensaje, pero los iniciados no tienen permiso para tener o utilizar teléfonos móviles. Le compré un bonito reloj analógico con acabado de oro y con algunos detalles en rosa claro. Lo mejor de este reloj es que tiene opción de alarma, cosa que la gran mayoría de relojes analógicos no pueden hacer.
Salí de la tienda, y fuí a la sala de control para escribirle una nota a Tris:

"Buenos días, Tris. Espero no molestarte demasiado, pero había pensado en pasar el día contigo, así que espero verte a las 8:00 enfrente de la cafetería.
Cuatro."

Al terminar, recorté un poco el papel sobre el que había escrito y me dispuse a poner la alarma del reloj que acababa de comprar a las 7:45 para que Tris se despertara y pequé el reloj sobre el papel con un poco de celo.

La siguiente cosa que hice fué ir a los dormitorios de los iniciados.
Entré con total sigilo y a pesar de la oscuridad del dormitorio, conseguí localizar la litera de Tris gracias la gran luminosidad de su pelo dorado. Me acerqué a ella y me quedé observando su rostro durante unos minutos, metí la carta debajo de su almohada y dejé un tierno beso sobre su frente, después simplemente me fuí, ya que ya eran las 7:35 y tenía que terminar de organizar un poquito más mi desastroso departamento.

7:50 a.m

Ya no quedaba mucho tiempo para ver a Tris, así que retoqué un poco más mi pelo, me eché bastante perfume para asegurarme de oler bien durante todo el día y salí con cinco minutos de antelación.
Para ser la hora que era, la cafetería y sus alrededores estaban bastante llenos, pero de repente ví a una chica hermosa, lo sufiente como para que todos los osados masculinos y alguna que otra chica se le quedara viendo.

Esta chica llevaba puesto un hermoso vestido negro con encaje y ajustado en la parte de arriba y con vuelos de cintura para abajo, también llevaba unos tacones negros bastante clásicos que hacían que sus largas piernas llamaran más la atención.

El cabello era de un color similar al de Tris, y tenía unos rizos muy bonitos y bastante definidos. Y eso por no hablar de su radiante sonrisa, diablos, la chica estaba lejos pero la blancura de sus dientes resaltaba todavía más gracias al labial color marrón mate que llevaba puesto. "Cuatro, la única chica en la que deberías fijarte es Tris. Para."

Me reproché a mi mismo en silencio y me sentí verdaderamente mal por ello. A medida que la chica andaba me dí cuenta de que estaba andando en la dirección en la que me encontraba, y me puse nervioso, pero luego me dí cuenta de que esa chica hermosa, era nada más y nada menos que mi novia, Tris.

Entonces me levanté y empece a caminar hasta que nos encontramos. Ella rodeó mi cuello con sus pequeños brazos y se puso de puntillas para darme un tierno beso en la mejilla tímidamente, yo coloqué mis brazos alrededor de su cintura y le correspondí el beso. Me quedé observándola con una sonrisa bastante idiota.
-Wow. Simplemente... Wow. Estás demasiado guapa.- dije tímidamente. Ella simplente sonrió.
-Gracias, tú también estás asombroso.- tomó una pausa y miró su muñeca, en la cual estaba el reloj que le acababa de regalar. -Ah, y la esto realmente no era necesario, no tenías que habérmelo regalado, Cuatro.
-Claro que tenía. Te mereces esto y mucho más.

Nos volvimos a abrazar, hasta que alguien nos interrumpió.

-¿Qué Cuatro, acabas de recojer a tu amada de la guardería? Oh, vaya, lo siento.- Dijo Zeke, pero al darse cuenta de que era Tris se disculpó, y se quedó atónito de un momento a otro.-Oh... Vaya.- tomó una pausa y miró nuestras
manos perfectamente entrelazadas.-Vosotros dos... ¿sois pareja?-Preguntó casi en un susurro. Yo rodeé la cintura de Tris con mi brazo derecho y la apegué a mí con un poco de brusquedad.

-Sí, ¿algún problema, hermano?-dije bastante mosqueado.
-No, lo siento. No me había dado cuenta de que te podía haber molestado. Lo siento. Ah, y felicidades, hermano, espero que duréis mucho.-Sonrió, y le froté un brazo para reconfontarlo. No me puedo enfadar con él, supongo.

-Ah, y Pedrad, ni palabra de esto a mis amigos, ¿entendido?-dijo mi chica en un tono amenazador. ¿Y eso? ¿Se avergonzará de estar conmigo?
-Vale, vale. Pero no me mates, ¿uh?-dijo riéndose.- Bueno, me tengo ir, adiós.

Caminamos de la mano hablando tranquilamente y una vez que salimos de la sede, le pregunté:
-¿Por qué no quieres que tus amigos se enteren de lo nuestro?
Tris empezó a reírse tiernamente.
-Oh, no es eso, es que si no se enteran por mí al menos Christina se encargará de sacarme las tripas.

-Eso me gustaría verlo, si algún día alguien te sacaría las tripas tendría que olvidarse de seguir viviendo.- Dije, con una mezcla de protección y humor.
-Sí, definitivamente eres mi ángel de la guarda o algo por el estilo.- Sonrió, y la apegué a mí para darle un lento

Beatrice Prior's sister.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora