18. Bélgica

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27 de agosto de 2022

Spa era uno de mis circuitos favoritos del calendario y también en el que más sufría. La adrenalina era increíble, igual que el peligro.

Sé lo importante y difícil que era venir aquí para Pierre, así que no me separé de él en ningún momento.

Nos encontrábamos caminando hasta la curva, esa curva en la que Pierre perdió a su mejor amigo ya tres años atrás.

Conocí a Antoine el mismo momento en el que conocí a Pierre, iban juntos, y en muchas ocasiones salíamos los tres juntos. Llegué a cogerle bastante cariño y su muerte me impactó, aunque me lo guardé para mis adentros, pues mi prioridad era consolar a Pierre.

Él llevaba un ramo en su mano y con la que tenía libre suJetaba la mía, apretándola cada vez más fuerte cuando nos acercábamos al lugar, sin llegar a hacerle daño.

Le dejé su espacio, así que me quedé atrás cuando se agachó para dejar las flores junto a una fotografía en la que salíamos los tres, sonriendo, con él en medio. La hicimos unas vacaciones de invierno en Verbier.

Me agaché a su lado y acaricié su espalda, mostrándole mi apoyo. Después de unos minutos nos pusimos de pie y, al girarme, me encontré con esos ojos que tanto me gustaban.

Me quedé quieta, no sabía como reaccionar, no habíamos vuelto a hablar desde aquella vez en su casa, ni siquiera nos habíamos visto cara a cara.

- Él no estaría orgulloso de esto - habló, serio - menos de ti - me miró.

- No es el momento ni el lugar para esto - Pierre colocó una mano en mi espalda baja,

Ninguno volvió a decir nada, así que volvimos a los garages. Me senté en una silla que había libre, apartada de donde estaban trabajando.

- No te preocupes - se acercó - está dolido, es normal.

Me envolvió con sus brazos y apoyé la cabeza en su pecho.

- Me siento fatal - murmuré intentando controlar mis lágrimas.

- No lo hagas, tienes derecho a ser feliz conmigo - agarró mi cabeza y me besó suavemente.

- Voy a irme al hotel - me separé.

- ¿Cenamos juntos? - asentí.

Llamé un taxi y en menos de diez minutos ya estaba en la entrada, piqué el número de mi planta y esperé pacientemente, cuando se abrieron las puertas, me encontré con mi padre.

En silencio, y sin mirarlo, pasé por su lado.

- ¿No me vas a saludar? Llevo una semana sin verte.

- Y más que vas a estar sin hacerlo.

- Bianca... - intentó frenarme - soy tu padre, no podrás evitarme toda la vida.

- Claro que podré - lo enfrenté - me estás jodiendo la vida.

- Otra vez con eso - rio - te estoy haciendo un favor, Charles solo era un capricho, ya me lo agradecerás.

Suspiré pesadamente.

- ¿Cómo tengo que decírtelo? No es un capricho, es - rectifiqué - era mi novio, y tú lo has jodido todo con tus amenazas de mierdas.

- ¿Qué? - escuché una voz a mi lado.

- Verstappen no te metas en esto - le habló mi padre - es lo que hay - volvió a mí - ya sabes cuales son las consecuencias sino.

Dicho eso, se metió en el ascensor.

RED BLOOD - CHARLES LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora