Capítulo 8

4.7K 533 40
                                    

No pasó mucho tiempo para recibir una respuesta a mi solicitud de empleo. La cita en mi opinión había salido bien y la entrevistadora parecía no tener más dudas sobre mi capacidad para desenvolverme en ese tipo de ambiente.
Me habían dado un sí y yo ya estaba muy emocionado por empezar. El empleo era sencillo, solo empaquetar piezas de cualquier tipo en cajas que debías armar, y mantener limpia tu área de trabajo. Por temporadas trabajaban para otras empresas y con diferentes artículos, pero siempre era cambiante.
Satisfecho por cómo había terminado mi misión del día de hoy, me dirigí hacia la salida del lugar y quedé sorprendido en cuanto vi a Cellbit entrar con un papel en mano.
¿Cómo es que había llegado al mismo sitio que yo? ¿Vendría por mí?

-Oh, Roier. Vine a preguntar por vacante aquí, ¿ya te vas?

-Eh, puedo esperarte si gustas.

-Ok, no tardo. Solo será una entrevista.

Y asentí despacio cuestionándome por qué el mundo resultaba tan pequeño a veces. No es que me molestara el hecho de trabajar juntos en el mismo espacio, pero de muchos sitios que él podía escoger, terminó llegando a este específicamente. No tenía idea alguna de si Cellbit tendría alguna experiencia laboral y quedaría elegido para el puesto, pero no me imaginaba ver a un sujeto como Cellbit trabajando en un almacén. Apostaría a que un trabajo como modelo le quedaría mil veces mejor.
Porque el desgraciado era muy apuesto.

Para cuando Cellbit salió de la oficina donde fueron las entrevistas, yo ya estaba rostizado por el calor de ese día y súper aburrido en una banca pública. Lo saludé con un movimiento de mano y me levanté para ambos emprender camino a casa.

-¿Qué tal te fue? -Pregunté curioso apenas llegó a mi lado.

-Bien, quedaré para el puesto. Es bueno, ¿no? A ambos nos pagarán bien por un trabajo sencillo.

-¿Has trabajado alguna vez?

-No, pero no creo que sea tan difícil. Te estaré observando para que me enseñes de todos modos.

-Claro que sí, patrón.

Ambos soltamos una carcajada. Pero pronto me quedé quieto sin decir más, esto estaba tornándose extraño porque Cellbit comenzaba a parecerme muy dependiente. Quizá era mucho el pedirle que trabajara cuando no tenía experiencia. Casi 10 años en la calle sobreviviendo como un perro, no era bueno para sus habilidades como humano.
Estábamos a una sola cuadra del parque de siempre y señalé emocionado por pasar el rato ahí puesto a que el sol ya se estaba poniendo y yo quería algo de aire fresco. Él aceptó.

-¿Qué te parece si hoy en vez de helado, pedimos unas bebidas?

-¿De qué?

-No lo sé, agua de limón, horchata, jamaica.

-No recuerdo haber probado alguna de esas. Pero está bien, quiero una.

-Espera aquí. -Fue mi turno de ir hacia el puesto de una señora que se dedicaba a vender aguas de sabores y comprar. Ella ya me conocía por lo que enseguida preparó mi vaso de jamaica, pero la interrumpí pidiéndole otro más y eso la emocionó. De todo el tiempo que venía visitando el parque y comprándole, nunca me había visto con alguien más.
Me guiñó un ojo en cuanto ubicó a mi acompañante y me dijo que era afortunado, que el chico era muy guapo. Yo solo me reí y negué con la cabeza.- No es lo que parece.

-Él tiene algo, recuerda que las señoras viejas como yo no se equivocan.

-Él es un amigo solamente. -Seguí riendo mientras me rascaba la nuca. Por poco y se me sale decir que era como una mascota para mí. Eso hubiera sido muy perturbador para ella.

Pagué por las bebidas y me despedí de la señora. Ella era muy dulce y por mucho tiempo me había escuchado y dado consejos para seguir adelante. Porque no tenía a nadie más a quien acudir cuando mis problemas se presentaban. Como dije, no quería preocupar a mis amigos más de lo que ya lo hacía.
Y esto me recordaba que debía avisarle a Quackity sobre mi nuevo trabajo. ¿Y quizá de mi nuevo "roomie" como él sugirió antes?
No lo sabía aún, él se lo tomaría al igual que la señora, asumiendo que era un nuevo ligue cuando nada que ver. Yo aún no me sentía listo para ese tipo de relación. Menos con mi...mascota, por más guapo que fuera.

-Oye Cellbit. ¿Debo referirme a ti como mascota?

-¿Quieres que se quede así?

-No, digo, es a como tú te sientas más cómodo. Tienes derecho de elegir mostrarte como quieras, no me molesta la verdad.

-No lo sé...- Agradeció con una sonrisa la bebida que le ofrecí y le dio un trago.- Yo cuando llegué aquí y me acerqué contigo era un perro. Pero ahora que me has visto como humano, sería incómodo tratarme como un perro, ¿sabes?

-Igual creo que sería divertido en algunas ocasiones.

-Sí pero, no quiero que cargues con la responsabilidad de cuidarme y alimentarme como a un bebé. Soy independiente también y, es que quiero ser tu compañero.

-Entiendo. Bueno Cellbit, eres mi nuevo roomie y compañero de trabajo.

-Es un honor serlo.

¡¿Y MI MASCOTA?! | Guapodúo/CellboierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora