Capítulo 11

4.3K 460 75
                                    

A Spreen le tomó un tiempo darse cuenta de que yo estaba ahí, en la esquina con una bebida ya caliente en mano. Dejé de reaccionar ante su presencia.
Me saludó con la mano desde lejos y por fortuna Cellbit había regresado.

-Tenemos que irnos, por favor. -Le supliqué.

-¿Cómo? ¿Te sientes mal?

-Ya no me siento cómodo. -Agradecía enormemente no tener que darle más explicaciones, pero grande fue mi sorpresa cuando llegó a cruzar miradas con Spreen (quien no apartaba la vista de mí) e hizo gestos de molestia. El ambiente comenzaba a sentirse tenso.
Me tomó del brazo para ayudarme a levantar de la silla y luego rodeó mi cadera en lo que salíamos del sitio. Forever no pudo evitar hacernos un puchero por irnos tan temprano pero insistí en que me sentía muy cansado.
Spreen seguía sin quitarme la vista mas no se atrevía a hablarme.

Al salir de la discoteca Cellbit solicitó el servicio de taxi y con mucha delicadeza me ayudó a subir al asiento trasero. Estaba tan mareado y mi corazón seguía latiendo desbocado.
Mi compañero me echó un rápido vistazo por el espejo retrovisor (ya que él iba adelante junto con el conductor) y soltó un suspiro. Y antes de emprender el viaje, pude ver que Spreen salió corriendo del lugar como si esperara encontrarme aún afuera. Tonto, solo vio cómo el taxi se marchaba ya.

Llegar al piso en el que vivíamos fue tarea complicada para Cellbit, nunca encontró la manera de sujetarme y que ambos pudiéramos avanzar así que optó por tomarme en brazos en un estilo princesa y subir.
Y yo no supe si era el alcohol, lo guapo y varonil que se veía Cellbit, o el enorme sentimiento de soledad y depresión que me invadió después de ver a Spreen, pero no dejaba de abrazarlo por el cuello y repartir pequeños besos por su piel. Noté cómo su agarre se tensó.
De un momento en el que me sentía una mierda después de ver a mi ex sin superar, llegaba el que me haría cometer estupideces con mi compañero de cuarto. O quizá no.
Porque cuando reaccioné nuevamente, Cellbit ya estaba dejándome en mi cama y cubriendo con una sábana mi cuerpo. Se ofreció a traerme un vaso de agua y pronto me abandonó en la oscuridad.
Lo llamé entre balbuceos varias veces pero no venía, claro que en mi borrachera no caía en cuenta de que lo había incomodado quizás, pero apenas vino el primer sollozo y ya estaba a mi lado.
Mi llanto era incontrolable y eso me enojaba bastante. No era posible que su sola presencia me afectara tanto, estaba furioso conmigo por no saber controlarme. Estaba cansado, absolutamente. Y mi compañero no tenía idea de cómo consolarme más que acariciar mis cabellos y secar mis lágrimas.

-Tú no me vas a abandonar, ¿verdad?

-Nunca. -Jugueteó con un mechón de cabello y me dedicó una linda sonrisa, que luego se convirtió en un ceño fruncido porque...-

-¿Puedes darme un beso?

-Roier, no me pidas esto por favor.

-¿Por qué?

-Por muchas razones, no estás siendo coherente.

-Pero, me siento solo...

-No estás en condiciones de pedírmelo. Escucha...-Tomó mi rostro entre sus manos y pegó su frente con la mía sin pensarlo. Podía sentir su respiración, su aliento caliente y yo seguía tan mareado pero aún exigiendo algo estúpido.- Estás borracho, acabas de ver a tu ex novio y estás siendo irracional conmigo. No vas a recordar esto por la mañana, y yo me sentiré culpable por abusar de tu confianza.

-Pero...

-No lo vas a recordar...pero quiero hacerlo después de que lo hayas superado. Y me quieras por cómo soy. Juré protegerte pero no vine hasta aquí a ser el reemplazo. -Recibí un beso en la frente y se marchó de mi habitación cerrando la puerta al salir.

El sitio estaba oscuro y yo seguí llorando sintiéndome miserable hasta caer dormido.

<Cellbit desde afuera lo acompañó llorando. Porque su amado, por el que arriesgó tanto al decidir buscarlo en primer lugar, seguía sin superar a su ex amor. Qué difícil...>


A la mañana siguiente desperté con un terrible dolor de cabeza y las ganas de vomitar me invadieron enormemente, por fortuna mi cuerpo me respondió para hacerme llegar al inodoro y vaciar todo ahí. Qué desagradable.
Recuerdos vagos tenía en mi mente, pero nada que justificara mi leve maquillaje corrido y mis mejillas tan secas. ¿Había llorado? Ojalá nadie me hubiera visto, no quería ser el perdedor del grupo que se emborracha y llora. ¡Qué vergüenza!
Abrí la puerta y Cellbit seguía durmiendo afuera de la puerta convertido en perro, se notaba tan cansado que no notó mi presencia.
Me senté en el suelo y esperé a que despertara mientras acariciaba su pelaje, era tan bonito y suave. Cellbit me miró fijamente, la transición de su cambio a humano era interesante de ver. Parecía un chicle.
Pronto lo tuve como de costumbre, mostrando orgulloso sus orejas caninas que no me contuve de acariciar. Y él gustoso solo se dejó llevar.

<Pobre. El castaño de momento se tenía que conformar con esas inocentes muestras de cariño. Solo debía esperar que lo superara, y protegerlo en el camino.>






Pd: Lo que se encuentra entre estos símbolos "<>" será el pov del narrador (yopli-cuate) A no ser que vea necesario escribir el capítulo desde otro punto de vista 🤔
En fin, ¡muchas gracias a las personitas que siguen apoyando! ^0^

¡¿Y MI MASCOTA?! | Guapodúo/CellboierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora