Capitulo 28

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El regreso a casa fue demasiado caótico. Que aunque no bebimos gran cosa por el mal rato que pasamos en los baños, nos pegó el alcohol muy rápido esta vez. Íbamos caminando mientras comíamos los dulces aquellos de la piñata, eran como gomas azucaradas y con un fuerte aroma a licor pero sabían bien.
Cellbit me tomaba de la cintura y yo iba riendo por cualquier tontera que pensara en ese momento, incluso me había comenzado a burlar de cómo lucía Cellbit paniqueado cuando estaba a nada de convertirse en perro y él solo me decía "Cállate, no es gracioso". Después vino mi momento en que comencé a adularlo, de lo guapo que se veía y lo celoso que estuve en esos momentos que las chicas se acercaban a él a querer ligarlo.
Hice un puchero de solo recordarlo y Cellbit se detuvo, me hizo girar para verlo fijamente y él tomó mi rostro entre sus manos.

Mi guapito, eres el único para mí. Cree en que los perros son los animales más fieles, y no tengo ojos para nadie más. Nunca en mi vida me había sentido tan aceptado y querido.

–¿Qué cosas vergonzosas dices? Basta, me chiveas.

–Es la verdad, y te la seguiré diciendo cuantas veces sea necesario.

–Va-Vamos que se hace tarde y ya me quiero quitar este disfraz. –Traté de cambiar de tema pues me sentía muy apenado.
Nos tomamos de la mano y seguimos caminando en medio de la noche. Conforme avanzábamos, había menos gente por las calles. Y al llegar a nuestro edificio el silencio alrededor era pleno. Tratando de no hacer ruido saqué mis llaves para abrir la puerta, pero el cuerpo de Cellbit pegado al mío y respirándome en la nuca comenzaba a ponerme cada vez más nervioso. Pronto sentí sus dedos juguetear con mis cabellos y su otra mano se ocupaba en dar ligeras caricias en forma de círculos sobre mi cintura. Estaba susurrando cosas inentendibles para mí y yo abrí la puerta. Si planeaba hacer algo, que fuera dentro de la casa para evitar hacerle ruido a los vecinos.

Tan pronto cerré la puerta me bloqueó el paso poniéndome contra ella y dándole la espalda. Estaba atrapado y no tendría escapatoria, pero a diferencia de la vez pasada, esto me calentaba. Cellbit dio un mordisco a mi oreja y luego depositó un beso en mi mejilla mientras su mano traviesa se entretenía bajando el cierre de mi disfraz. No perdió cada oportunidad de acariciar mi cuerpo.
La tela cedió, cayendo al suelo y dejándome completamente expuesto solo con mi bóxer. Él se relamió los labios y yo solté una risita, sabía que llevaba mucho tiempo conteniéndose hoy así que lo dejaría recompensarse.
Su agarre en mi cintura se aflojó y yo me di media vuelta siendo mi turno de desnudarlo, estaba impaciente al igual que él. Retiré todo accesorio con cuidado y reí frustrado pues su cierre no cedía o era tanta mi desesperación por tocar su piel lo que me hacía tan torpe en ese momento.
La imagen de Cellbit mismo desnudándose ante mí fue como tocar el cielo y mi corazón se aceleró. Enseguida le rodeé el cuello y me apegué a él como antes hice, desapareciendo la distancia entre nosotros con un beso. Un suave beso que dentro de nada se convirtió en una pelea entre su lengua y la mía por ver quién ganaba esta vez.
Jadeos, suspiros, "Roier" y "Cellbit" con voces cada vez más agitadas se escuchaban en la habitación sin cesar.
Lo obligué a sentarse en el sofá y yo me acomodé sobre sus piernas, hoy quise ser el primero en moverse así que alineé su miembro en mi entrada después de retirar mi bóxer y fui bajando de a poco. Él por su lado se entretenía acariciando mi miembro, mirando con atención cada expresión que yo hacía. Era grande y estaba duro, y me estaba partiendo en dos pero poco me importaba, quería tenerlo ya y que se moviera dentro de mí toda la madrugada hasta cansarnos.
Unió nuestros labios una vez más con un suave mordisco de por medio, y yo enloquecido le susurré: Te amo.
Fui correspondido con la misma frase pero con voz ronca, además de la primera estocada que me hizo gemir en alto. Me aferré a su cuello y mi cuerpo se movió en sincronía con él. Cellbit quería tomar el control así que cuando empecé a balbucear, cegado por un placer inmenso, él me tomó entre sus brazos y me llevó hasta la cama para cambiar.
Mi mente estaba llena de él, solo podía pensar en él y eso me fascinaba. No dejaba de acariciar su espalda y rasguñar a la vez mientras me hacía suyo una vez más. Era rudo pero dulce a la vez, siempre atento de que yo me sintiera bien y disfrutara por completo.
No sé cuánto tiempo pasó pero fui el primero en correrme, él me llenó poco después y cayó rendido sobre mí sin dejar caer todo su peso en lo que se recuperaba. Le pedí acomodarnos mejor sobre las almohadas y se acurrucó contra mi cuerpo como un bebé.
Suspiré, en ese momento yo era completamente feliz.

Nota rápida:
Actualmente empecé otro proyecto (igual será GuapoDuo/Cellboier) pero OJO es completamente diferente.
Aclaro aquí que la mayoría de la historia será narrado por AU!Cellbit como una especie de diario, quien es un asesino.
*Un personaje inspirado en Jeffrey Dahmer vaya ☝️

Sean libres de seguir la historia si les gusta.

Paso también a decir muchas gracias por seguir "¡¿Y MI MASCOTA?!" y estar pendientes de las notis 💕 Se les quiere mucho Guapitos/Gatinhos
Espero que les haya gustado mucho✨

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¡¿Y MI MASCOTA?! | Guapodúo/CellboierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora