Terminó de rociar las plantas que Lola dejaba para decorar el patio. Había variedad de especies, no las conocía todas, pero distinguía entre los helechos, los cactus, las flores y las rosas. Con eso era suficiente para no parecer ignorante frente a ella.
Dejó el rociador debajo de un estante, se quitó los guantes y los colgó junto a la ventana.
Entrando en la cocina, tomó un vaso llenándolo de agua y una aspirina de la alacena. Lo dejó en una bandeja. Preparó dos vasos de leche achocolatada, el biberón y sirvió una taza de café cargado.
Colocó la taza humeante en el escritorio de la oficina de Bernardo. Subió las escaleras, dejo en cada habitación un vaso con leche achocolatada y el biberón. Con cuidado entró en la habitación de Gloria depositando la bandeja con el vaso con agua y la pastilla en el tocador. La noche anterior había vuelto a beber.
Habían pasado cuatro días medianamente tranquilos. Bernardo recuperaba el buen humor, seguía sin pasar más tiempo con sus hijos, pero al menos, no se lo pasaba enfurruñado. Denise volvía a salir, aun con miedo a toparse con un perro y que este le ladrara o la mordiera. Poco a poco retomaba su rutina normal. Charlie, volvía a ser el fastidioso de siempre, y aunque fuera por un tiempo breve, le gustaba sentir el apoyo de su parte. Y Gloria, ella volvía a beber. Hace dos tardes había recibido otro paquete.
Después de aquel día, de haber descubierto el contenido de los sobres que llegaban de forma anónima, le era difícil ver al profesor de matemáticas con otros ojos. Se evidenciaba claramente a Bernardo saliendo de clubes nudistas abrazando a otras mujeres. Relacionándose con gente de dudosa reputación. Podría jurar que eran delincuentes. Su actitud en algunas de esas fotos era nerviosa, como si supiera que lo estaban espiando. En otra, se notaba como recibía o pasaba un paquete disimuladamente. Su buena reputación solo era una fachada, o ¿Acaso era la única que lo había creído un buen hombre, padre y profesional?
Si enterarse de la actual situación la tenía perpleja, era de esperarse que Gloria se desestabilizara. La estaba afectando demasiado, tanto que no tenía fuerzas para evitar que su matrimonio se desmoronara y mucho menos que la relación con sus hijos se viera comprometida.
Escuchó el tierno balbuceo de Juan a través del woki toki y fue de regreso a la habitación. Salió cerrando silenciosamente la puerta. Lo tomó en brazos y regresó a la primera planta.
Revisó su celular, por décima vez. Había pasado cuatro días intentando hablar con Cristina. Después de un reencuentro como ese, esperaba al menos una charla amena donde pudiera saber que ella estaría bien y que una situación similar no se repetiría. Pero la verdad era que no había podido dormir bien las últimas tres noches a causa de ello. Lola la había sometido a un interrogatorio con miles de preguntas, logrando que aumentara el número de incógnitas.
Lamentaba haberla dejado sola, jamás paso por su cabeza que cosa semejante ocurriría. Creyó que había tomado la decisión correcta en su momento, aunque no lo fue. Perdió a su mejor y única amiga, por orgullo. Si tan solo hubiera aceptado la ayuda de su padre. Estaba preocupada y no podía hacer nada al respecto. La idea de que Cristina no quisiera verla, que cuatro días de silencio fueran su forma de decirle que no la quería de regreso en su vida, le hacía doler el corazón. Sin embargo, se preguntaba constantemente, ¿por qué? Si no la quería devuelta, ¿por qué molestarse en involucrarla? No podía creer que la hubiera elegido aquella noche para que fuera por ella.
¿Cómo era posible que su amistad terminara de esa manera?
En verdad quería remediarlo, aunque aún, no sabía cómo.
Marcó la primera llamada del día.
- No es un buen momento, ¿qué quieres? – su voz era fría. Sintió un atisbo de alegría, al menos no era la voz del buzón de voz.
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♥ Fue un Error Conocerte ♥
Romance¿Cuántas veces nos hemos resistido a aceptar la realidad? ¿Cuántas veces nos hemos esforzado por controlar lo que está fuera de nuestras manos? ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido de haberlo o no hecho? Y no importa, porque seguimos aquí. Siguiendo...