Estaba exhausta y satisfecha, y él la abrazaba haciendo de ese momento único. Ni siquiera su ex se había comportado así con ella. Sentirse especial por primera vez en su vida con el gesto tan simple de Jackson, era inevitable.
No solo la había complacido sexualmente ignorando la presión en su pantalón, sino que también estaba confortándole el corazón con aquel abrazo sin saberlo.
Después de tanto tiempo, deseaba que ese momento nunca se terminara, y que ese encuentro fuera el primero de muchos.
La acerco más a su cuerpo como si eso fuera posible. Por un breve instante el aprisionamiento resulto agradable, pero no aflojaba, al contrario, se intensificaba sobre todo en su cuello.
- Jackson – pronuncio luego de intentar separarse – Jackson me lastimas.
Poco a poco fue cediendo. Se retiró para observar su rostro. Permanecía con los ojos cerrados y el ceño fruncido. Deslizo el pulgar en medio de sus cejas hasta que las arrugas desaparecieron.
Abrió al fin los ojos. El brillo que tenía minutos antes cuando la penetraba con los dedos hasta serla venir, había desaparecido, suplantado por algo que percibió como tristeza. Acaricio su rostro de rasgos serios.
- Lo siento – susurro. Creyéndole puso su frente sobre la de él y cerró los ojos.
- ¿Qué fue eso?
- Algo que jamás se repetirá – la beso de nuevo, lentamente, embalsamando la hinchazón en sus labios.
Aún sentía al bulto en medio de sus piernas. Quería el brillo de lujuria de regreso en su mirada y levantándose un poco, le dio espacio a su mano para acariciar su erección. Él la detuvo sujetándola del antebrazo.
- Yo esperare un poco más.
- ¿Estás seguro? No creo que el cierre aguante mucho – sonrió divertido con su ocurrencia.
- Aguantará. En caso de que no, espero estés cerca para que me ayudes – le guiño el ojo y ella asintió apretando, era un trato.
- Señor, en aproximadamente diez minutos estaremos llegando.
Enterró la cara en el hueco de su cuello y beso chupando suavemente. Oprimiendo el botón de antes, dijo:
- Gracias – Valeria hizo amago de quitarse de encima – quieta – le ordeno.
Le ayudo a volver el vestido a su lugar, asegurándose de rozar sus pezones con la tela. Avistaba en su boca el inicio de una sonrisa traviesa, complacido con la tarea de excitarla de nuevo. Disfruto la caricia de sus dedos en su espalda mientras subía el cierre del vestido y más tarde, en su vagina acomodando la tanga, tomando más tiempo del requerido.
Le peino el cabello con los dedos y se esforzó por ayudarle con el maquillaje. Hizo cara de condolencia.
- Te ves gótica.
- Ósea, ¿el maquillaje está...? – asintió.
¿Qué haría? Necesitaba a Morgan para verse presentable. A punto de echarse a llorar recordó el bolso. Morgan menciono que en él había toda clase de cosas necesarias. Suplico que además del labial hubiera algo con que corregir el maquillaje.
- ¿Qué buscas?
- Mi bolso.
Lo encontró al otro lado de la limusina. Fue hacia el mientras Jackson se acomodaba el traje. Lo abrió. Ni siquiera se había tomado el tiempo de revisar lo que había en él. Muy ordenadamente se encontraba la loción, el desodorante, el labial, unos polvos, un paquete pequeño de pañitos húmedos y cuatro cosas de envoltura rojo metálico que no supo identificar a primera vista. Saco uno. Sus ojos se abrieron como platos, era un condón.
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♥ Fue un Error Conocerte ♥
Romance¿Cuántas veces nos hemos resistido a aceptar la realidad? ¿Cuántas veces nos hemos esforzado por controlar lo que está fuera de nuestras manos? ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido de haberlo o no hecho? Y no importa, porque seguimos aquí. Siguiendo...