♥ 17 ♥

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Estar de vuelta no era precisamente excitante. Detestaba tener que alejarse de su madre a causa de los problemas que le provocaban los viejos socios de la compañía. Parece que habían olvidado lo que sucedía cuando alguno de ellos le hacía la vida difícil y estaba en la obligación de recordarles. Eran como niños que cuando el padre no estaba hacían fiesta y en cada grupo había un hijo al cual se le podía persuadir más rápido. Tampoco era de su agrado actuar en consecuencia, pero como Oswald decía: la mejor manera de mantenerlos a raya era a través del miedo. No funciono tener buenas intenciones, mucho menos la comprensión y ganar su respeto. Al final aprendió su idioma, al cual recurría cuando las cosas se salían de control.

Bryan se aseguró por última vez que sus armas estuvieran en buen estado antes de que el jet aterrizara.

- ¿Está bien, señor? – su mirada callo sobre él. Jackson asintió – ¿Por qué no se ha puesto el chaleco?

En otras ocasiones diría: no lo necesito; sin embargo, ya habían pasado por esto varias veces y Bryan siempre terminaba ganando la discusión, así que, torció la boca y solo lo hizo.

- Puedo morir de un disparo en la cabeza.

- Señor...

Le pidió con la mirada que no continuara con el tema. Le permitió que ajustara el chaleco antibalas mientras él observaba a través de la ventana el lugar que lo hacía tan infeliz.

El avión privado al fin aterrizo después de varias horas de vuelo. Trago saliva y se levantó del asiento, mientras la puerta se abría.

Antes de salir le devolvió el arma a Bryan.

- No será hoy.

- ¿Y si la llega a necesitar?

- Tal vez desee tener una, pero no será hoy.

- Con todo respeto...

- Si vas a decir algo para que la lleve conmigo, pierdes tu tiempo. Vamos. Todo tu equipo nos espera.

Salió de primeras ignorando la orden de Bryan de salir detrás de él. Le costó un poco encontrar a Sneyder y cuando lo hizo, descendió rápidamente los escalones hasta llegar a él, pasando entre el equipo de seguridad que hacía camino hasta el vehículo que lo transportaría.

Se saludaron con un abrazo acompañado de unas palmaditas en la espalda.

- ¿Qué tal el vuelo?

- Lo mismo de siempre. ¿Por qué no has seguido mi consejo de vestir otro color? Casi no logro encontrarte entre tantos hombres de negro.

- Por lo que veo te fue bien. Estas de buen humor, creí haberte escuchado decir que odiabas la idea de volver.

- Bromear hace que esto sea menos tortuoso Sneyder, déjame ser feliz, ¿quieres?

- Bien, ¿por qué no? Usa mi color de piel para tu diversión.

- Que sentido estas. Acaso Cristina no te ha dado el amor que necesitas.

- Yo no... Antes de continuar, ¿estás seguro de lo que haremos?

- Ya sabes lo que pienso al respecto.

- No quiero que te eches a llorar después como un niño arrepentido.

- No lo haré – entro al auto.

Sneyder sostuvo la puerta.

- Cambiando de tema, ¿iras a la inauguración de mi nuevo establecimiento?

♥ Fue un Error Conocerte ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora