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Si de lugares mágicos se trataba, la panadería y repostería de Antonia lo era. Todo el que entraba allí era feliz. Desde el más chico hasta el más anciano. Todos eran felices comiendo sus dulces tentaciones.

Valeria iba por su sexta cerdita. Un manjar relleno de arequipe y cubierto de azúcar en polvo. Y lo mejor de todo, Antonia les daba pase VIP, podían comer todo lo que quisieran. Los chicos tenían rastros de algún dulce en la cara. Hasta Gloria se daba gusto saltándose la dieta. Antonia puso más bizcochos en la mesa.

- No debo comer más – llevaba diciendo eso desde el primer postre.

- Ay mijita, come y ya deja de quejarte – le palmeo el hombro – ¿Quieren más leche?

- ¿Por qué eres así? – renegó con la boca llena – siempre es lo mismo cada vez que te visitamos – le dio otro mordisco al bizcocho – ¿sabes lo difícil que es quemar todas estas calorías?

- Nadie te está obligando. Deja de comer si tanto remordimiento te da.

- No puedo – ya había empezado el siguiente. Valeria soltó una carcajada.

- Iré a ayudarte con las mesas – se levantó, limpiándose los dedos.

- Valeria – Gloria la detuvo – debo ir a ver a Morgan. ¿Se me nota mucho la panza? – se puso de pie para qué la revisará. Negó.

- Tu abdomen sigue siendo plano – más o menos.

- Perfecto. Voy por una dona y me voy.

- Vale.

Dejo al bebé dormido en la cuna. Activo el woki toki y lo puso en el bolsillo de la sudadera. Charlie y Denise, la acompañaron. Charlie ayudo a atender las mesas mientras los empleados tomaban un descanso. Valeria cubrió la barra y Denise, ayudo a su hermano limpiando las mesas.

Era la media tarde cuando se dieron un descanso. El bebé había despertado y los acompañaba tomándose una malteada de mora.

- ¿Podemos ir al parque?

- ¿Al parque? Hoy es noche de película.

- Quiero ir al parque, extraño al señor Jackson – así que él era la verdadera razón de que la tarde de película se viera afectada. Bueno, valía la pena.

- Charlie, ¿tú también quieres ver al señor Jackson?

- Si, pero antes pasamos al supermercado. Vi un juguete interesante hace un par de días. Ojalá este ahí todavía.

- ¿Pero qué les pasa? – la protesta era más como una forma de no ser tan obvia.

- Yo los apoyo. No sé quién es el señor Jackson, pero ir al parque me haría bien – Antonia estaba pasadita de kilos y eso la hacía la abuela más adorable.

- Tendré que consultarlo con su madre.

- Llama, ahora – demando Denise.

- Vale, ya lo hago. Que impacientes.

♥ ♥ ♥

La información era clara. Tenían solo dos opciones y ninguna de ellas, beneficiaba a ambas partes. Debía decidir entre sacrificar unos cuantos números o la sociedad. Para él era clara la decisión, pero no sería de agrado para los socios minoritarios ni para la junta directiva.

- Señor – dieciséis pares de ojos se posaron sobre él.

Se reclinó sobre el asiento y unió sus manos sobre su nariz. Si daba su decisión ahora, el revuelto y disgusto sería latente. Tanto que se cerrarían a escuchar lo que tenía que decir.

♥ Fue un Error Conocerte ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora