♥ 12 ♥

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¿Qué se supone que haría? ¿Familia, trabajo o sexo? La elección se supone que sería fácil. Familia. Muchas de las decisiones que tomaba eran por el bienestar de ellos y el dinero hacia parte. Para que no se negara a trabajar el último día del año, Gloria había mejorado la oferta. Le pagaría un bono extra si los acompañaba a la fiesta y cuidar a los niños. Y eso hacía que quisiera aceptar. Con ese bono, su familia estaría mejor.

La cabeza le explotaría.

El tercer tema, no era importante, ni esencial, pero ¿Cuántas veces en la vida se le presentaría la oportunidad de tener sexo con un hombre como lo era Jackson Román?

Lleno la taza de café de nuevo y volvió a hundirse en el sofá.

- ¿Puedo saber que te sucede? – pregunto Gloria cruzándose de brazos mientras se ubicaba frente a ella.

- Aún no sé qué hacer.

- ¿De?

- No sé dónde voy a despedir el año – hablo sin ánimo – Familia, trabajo o él.

- Lo siento, pero no puedo mejorar la oferta. Si no quieres ir, lo entiendo – se le quedó viendo. Necesitaba a su niñera más que nunca y ella estaba... – Espera, ¿él? ¿Quién es "él"?

- El hombre más sexy que hayan visto mis ojos – bebió un poco de café.

- Ve con él.

- No. Hace mucho que no veo a mi mamá y la extraño – lloriqueo.

- No seas tonta niña – le golpeo el brazo, despertándola.

- ¿Por qué me golpea?

- Es la primera vez que escucho un él y ¿tú estás pensando en dejarlo ir?

- Pero doña Gloria...

- Nada de peros, dame tu teléfono.

- ¿Para qué?

- Dámelo – exigió.

Lo saco de entre el bolsillo de su sudadera y se lo entrego. ¿Había hecho algo malo? ¿Por qué Gloria le estaba quitando el teléfono? No intentaría adivinar las razones que tendría su jefe. El tiempo se agota para tomar una decisión.

- ¿Por qué tienes tantas llamadas perdidas de Abel?

¡Ahh! Exhalo. Ese tonto chismoso no la dejaba en paz. Le había dicho que le contaría y como presentía problemas, hasta el momento lo único que se le había ocurrido hacer era ignorarlo.

- Listo – puso el teléfono en la oreja. ¿Qué estaba haciendo? Arrugo la frente produciéndole dolor de cabeza. Se recostó – Buenos días, señora Inés, habla Gloria Echevarría... – ¿Por qué estaba llamando a su mamá? No quería pensar – Muy bien gracias y ¿ustedes? ¿Cómo van los preparativos para esta noche?... Qué maravilla, me encanta escucharlo... La llamo porque su hija está a punto de perder una gran oportunidad – ¿qué estaba diciendo? Eran como balbuceos, no comprendía nada de lo que estaba sucediendo a su alrededor – Fíjese que tiene una cita hoy y está indecisa... – Gloria era un poco atrevida al contarle cosas a su mamá que ella no quería que supiera, más que nada para evitarse problemas – No lo sé, pero le digo, creo que estamos de acuerdo en que no puede desaprovechar la oportunidad... Genial, usted y yo nos entendemos... Entonces, para apoyar su relación, hoy Valeria asistirá a esa cita. Luego, se tomará unos días de vacaciones para que los visite... Perfecto... Usted estese tranquila, pronto conocerá a su yerno... Hasta pronto – colgó y le devolvió el teléfono.

Debería levantarse y reclamarle ¿por qué la había metido en la boca del lobo? ¿Por qué se atrevía a decidir sobre su vida? Pero la cabeza ya no le daba para más.

♥ Fue un Error Conocerte ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora