♥ 18 ♥

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Se aseguró de que la ventana quedará bien cerrada antes de correr la cortina. Todo en orden le dio un beso en la frente a un Juan profundamente dormido y se sentó en la cama junto a Denise, retirando los mechones de cabello en su rostro.

- ¿Quieres que me quede contigo?

- Sí – dijo asintiendo varias veces.

- Bien, iré a cambiarme, enseguida regreso.

- Ok.

Hacia noches que Denise había empezado a tener problemas para dormir y le pedía que se quedara con ella. Al principio pensó que los primeros días, tras el divorcio de Gloria y Bernardo, serían los más duros. Charlie se mostraba frío y mucho más hiriente, Denise muy callada y triste, y Juan, él no sentía el cambio, su padre lo había acostumbrado a su no presencia desde mucho tiempo antes.

Gloria jamás les dijo el motivo real de su separación y tal vez nunca lo haría. Conocer la relación de su padre con las drogas y los fraudes que cometió para cubrir las deudas que adquirió a causa de estas, no era necesario. Simplemente, ya no se amaban y lo mejor para todos era la separación.

Poco a poco, todo empezó a volver a la normalidad. El mismo Charlie, la misma Denise y el bebé Juan, y en una cena familiar Gloria les presentó a su nueva pareja, Thomas Freu. Charlie fue el primero en levantarse de la mesa, pero Gloria fue con él y le pidió que le diera una oportunidad. Desde ese entonces y ante la ausencia de Bernardo, los niños han tenido una figura paterna. Valeria apoyó su relación y cada que tenían una cita ella procuraba estar libre para cuidar a los niños sin ningún inconveniente. Le parecía realmente una historia de amor, un cuento de hadas, de esos que ella jamás viviría.

Se conocían desde que eran pequeños, por motivos de trabajo del padre de Thomas se había tenido que ir del país a los quince años, cuando Gloria tenía trece. Él jamás cambió físicamente y ella muy poco, lo que hizo que se reconocieran al instante, aquella noche de navidad. Saber que Gloria estaba casada fue un duro golpe para Thomas, pero cuando ella le dijo que se divorciaría se llenó de ilusión. Hizo lo que no fue capaz hace veinte años, cuando aceptó que era ella por quien su corazón latería siempre, se le declaró y le demostró el amor que sentía.

Hasta el momento, estaba cumpliendo su palabra, y eso incluía sus tres hijos. Eran parte de ella y los amaba igual.

Desde que Denise empezó con este comportamiento, Valeria se alarmó. Las cosas marchaban muy bien en casa y no conocía el motivo de los cambios, mucho menos como ayudarla. No solo era el miedo a quedarse sola, sino que además no le contaba nada de la escuela y fuera de casa era una y dentro otra.

Valeria bajó las escaleras suavemente y fue a su habitación. Se aseó, se puso ropa cómoda y volvió junto a la niña.

- ¿Por qué te tardaste tanto? Creí que no vendrías.

- No me he tardado nada. Jamás faltaría a nuestra noche de chicas.

Denise le hizo espacio en la cama. Apagó la luz y se acostó a su lado.

- Gracias por quedarte conmigo, otra vez.

- No hay de qué. ¿Quieres hablar de algo?

- Charlie está muy nervioso por el partido de mañana, aunque lo haya negado durante la cena.

- Y, ¿por qué no lo dijiste? Le hubiéramos tomado del pelo.

- Es que no tenía ganas.

- ¿Quieres contarme como te fue en la escuela?

- Bien. No hay nada que contar.

♥ Fue un Error Conocerte ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora