No soy tuya - La llamada

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PEDRO

Nos quedamos durante un par de horas en la piscina hablando de las primeras cosas que nos venían a la cabeza, hasta que un rato después Carla estaba ya cansada de estar en el agua y decidió salir, subió las escaleras saliendo poco a poco del agua dejándome ver su cuerpo completamente mojado, no pude no bajar la mirada y ver su culo rebotar mientras subía lentamente las escaleras, hasta que sentí la mano de mi hermano pegarme en la nuca haciendo que dejará de mirar a la pelirroja y le mirase con enfado.

-¡¿Qué coño haces?! —Le grité mientras le levantaba la mano—.

-Límpiate que se te cae la baba. —Me dijo riéndose mientras hacía como si se limpiaba con el pulgar el labio inferior—.

-Cállate ya hostia. —Le dije quitándole el brazo con mala leche—.

-¿El qué pasa? —Escuchamos la voz de esta—.

Me giré y la encontré escurriéndose el pelo mientras nos miraba esperando respuesta de alguno, miré a mi hermano esperando a que contestara, cosa que no hizo. Se comenzó a escuchar el teléfono de ésta, no se lo pensó dos veces y lo cogió de la hamaca, miró la pantalla y al ver el nombre su cara cambió por completo.

-Chicos ahora vengo, no tardo.

CARLA

Me separé de ellos bastante y descolgué la llamada, para enseguida escuchar una voz que no me esperaba en absoluto.

·¡¿Dónde cojones estás Carla?! —La voz de Manuel se metió en mi tímpano por completo— ¡Contéstame Carla, he venido a casa de tus padres para ver si estabas y me han dicho que estás en Barcelona! ¡Te juro que cómo no vengas o me digas dónde cojones estás te vas a enterar!

Me giré para mirar a los chicos que estaban los dos mirándome, aunque Pedro estaba algo preocupado, me conocía demasiado y sabía que algo estaba pasándome.

·¡CARLA CONTÉSTAME HOSTIA! ¡¿DÓNDE ESTÁS?! —Me gritó histérico—.

·Estoy en Barcelona, si...

·¡¿Y QUÉ HACES ALLÍ?! —Me asusté y cerré los ojos del miedo— ¡CUANDO VOLVÍ A LA HABITACIÓN YA NO ESTABAS Y ME HABÍAS DEJADO UNA NOTA DICIÉNDOME QUE NO ME QUERIAS VER MÁS!

·Lo siento, de verdad, yo... —Me interrumpió volviéndome a gritar—.

·¡DIME DÓNDE ESTÁS PORQUE VOY A BUSCARTE!

·No te lo voy a decir Manuel.

·¡QUE ME LO DIGAS CARLA! —Gritó todavía más y, no voy a mentir que me asusté—.

·Estoy en la casa que hay enfrente de la playa y al lado está el hotel Calipolis... —Hablé con miedo, sabía que Manuel cuando se enfadaba era capaz de hacer cualquier cosa y eso me asustaba, podría hacerle a Pedro lo que menos me pudiese pensar—.

Escuché el pitido de que la llamada había terminado, subí a la habitación y me di una ducha con agua tibia, intenté no pensar en nada pero era imposible, los gritos de Manuel no salían de mi cabeza y sería capaz de aparecer mañana aquí.

PEDRO

Cuando vi que Carla subió a la habitación, intenté no preocuparme por ello, pero no podía, se había ido con una cara que nunca había visto, pero no me había gustado para nada. Dejé a mi hermano allí y subí a la habitación dándole una excusa, al abrir la puerta la encontré sentada en el borde de la cama mirando al suelo con los brazos cruzados.

No soy tuya // Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora