25. Un día.

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Al día siguiente león, se acuerda de todo lo que había pasado la noche anterior, acostado en su cama su cabeza daba, muchas vueltas.

Cómo puede ser que esa mujer me afecte tanto, tengo que hablar con Lina, ya no le puedo hacer esto yo amo a Altagracia y esa chica no lo merece es mejor terminar todo antes de que cause un daño mayor.- Es el pensamiento de león.

Yo amo a altagracia.- Son las palabras que retumban en su mente.

El inmediatamente decidió ir a hablar con Lina y dejarle todo claro.

Decidió ir a buscar a Altagracia a la empresa, ahí le dijeron que la doña no había asistido ese día, sin dudarlo fue a su casa.

Suena el timbre y abre Regina.

Hola Regina ¿Está altagracia?.-habia un león que parecía que había corrido un maratón, estaba sudando.

Si está león, pero creo que ella no está para ver a nadie ahora.

Por favor Regina, yo amo a altagracia y ella tiene que saberlo.

Está bien león, pasa. Solo espero que no me maten por tu culpa.

Altagracia iba saliendo de el baño con una servilleta en la mano limpiando su boca, león nuevamente la había encontrado vomitando.

¿Aún no mejoras?

Creo que los camarones de la cena de anoche me han caído mal ¿Que haces aquí león?

Altagracia yo solo vine a decirte que te amo y no me importa si tengo que aguantar tus berrinches, solo si quiero que seas sincera conmigo.

¿Y que pasa con tu novia?

Ya no está en mi vida, yo no la amo altagracia y no podía estar con alguien a quien no amo.

León se acercó a altagracia tocando sus manos, ella tenía muchos días sin saber que era tener el calor de ese cuerpo corpulento y tonificado, y dónde sentía esos brazos dónde se sentía protegida, extrañaba todo eso así que se dejó llevar, aunque despues no funcionará ella estaba dispuesta a correr el riesgo.

Te amo león.

León la besa la empuja a la cama, besa su cuello y baja hacia sus caderas probando todo de ella; Altagracia estaba extasiada ella no había sentido nada igual era como la última vez, solo que ahora el deseo se había intensificado, Decidio seguir, hicieron el amor toda la noche hasta caer rendidos en la cama.

La mañana siguiente león dormía, y Altagracia lo veía.

Que va a pasar cuando  encuentre a los últimos de esos desgraciados, yo no sé si podré vivir león, no sé si yo te merezca, pero ahora no pensaré en eso, ahora solo quiero vivir hasta que eso pase.- Piensa Altagracia.

Baja a la cocina dejándolo descansar un poco más.

Buenos días Altagracia creo que alguien no durmió anoche.

Regina no sabes la noche que pase, todo fue perfecto aunque mi dolor estomacal no se me quita.

Altagracia tenemos que llamar al médico te dije ayer.

No te preocupes Regina no pasa nada, hierva mala nunca muere.

Bueno Altagracia que conste que te insistí. ¿Y león ya se fué?

No, sigue durmiendo.

Bueno creo que yo me iré con Sebastián  y les dejaré la casa para ustedes solos.

Mi doña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora