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Pero ahora estoy bajo el agua
Y mi piel está más pálida
De lo que debería estar

Lilian

Al ver a Tom ahí parado mirándonos fijamente, hizo que la piel se me erizara. Entonces recordé que hoy tocaba clase.

—Lo siento. Creo que debo tocar primero—Dijo Tom saliendo, cerrando la puerta de nuevo

—Lilian—Me miro pero desvíe está por temor a la reacción del mayor

Ella soltó un suspiro y salió de la habitación, dejándome helada. Hasta que la puerta se volvió abrir.

—¿No sabía que te gustaban las chicas?—Dijo entrando a esta cerrando la puerta detrás de el

—No. No me gustan—Miraba el suelo asustada

¿Que se suponía que haria ahora?, perdería a mi mejor amiga. Mi confidente, a quien le puedo contar cualquier cosa sin que me juzgue, quién me apoyo en mis crisis, quién me dio ánimos mientras me derrumbaba por dentro al creer que no era suficiente, quién me ayudó a sobre llevar mi soledad. Dándome cuenta que ya no tendría a nadie,  quedándome completamente sola.

—¿Pequeña, sucede algo?—Me susurro Tom

No puede evitar soltar lágrimas. Mi mejor amiga de la infancia, mi hermana, la persona con la que conviví todo esté tiempo, se ira para siempre y solo por esto. Pero los brazos de Tom me sacaron de pensamiento, acurrucandome en su pecho. Mis fosas nasales se llenaron de colonia masculina. Tan única.

—¿Q-Que haré?—Solte entre lágrimas, evitando que alguien me oyera de fuera

—Lilian. ¿De que hablas?—Me susurro cerca del oído

—T-Tom, ella era mi amiga desde pequeña y ahora se irá dejándome sola—Sollozos salían inconscientes

—Pero no entiendo nada, me tienes aquí Lilian puedes confiar en mí—Me tomo del mentón, quedando frente a frente. Deslizó sus dedos por mis mejillas, hasta que nos unimos en un beso. Totalmente diferente a los otros, este mostraba sentimientos, algo inexplicable.

El beso era salado gracias a mis lágrimas pero poco a poco se tornaba dulce por el delicado tacto de Tom sobre mi cintura, dándole caricias. No pude evitar llevar mís manos a su nuca, profundice aún más el beso.

Nuestras lenguas tomaron el mando peleando entre ellas, para buscar una caricia suave y jugosa. Pero el aire se hizo presente obligándolos a separarnos. Alce mi vista encontrandome con sus ojos profundos, dándome un poco de paz.

—¿Por que lo dices?—Me tomo de la muñeca obligándome a sentarme sobre el colchón

—Acaba de confesarme que le gustó desde hace tiempo y yo la rechace— Llore aún más. Tom solo me miro y volvió a unirnos en un abrazo cálido.

—Tranquila, se le pasara y sabrá que es una estupidez—Tom me acariciaba el cabello

—No es una estupidez, son sus sentimientos—Susurre mientras sonaba mi nariz. Tom me acariciaba hasta que me volvió hablar

—Ven te llevaré con alguien—Me tomo de la muñeca

—¿De que hablas, mis padres y mi hermano?—Lo mire limpiando mis lágrimas

𝗠𝘆 𝗧𝘂𝘁𝗼𝗿; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora