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"No me olvides". Te lo ruego.
recuerdo que dijiste
"A veces el amor dura, pero a veces duele"
No deseo nada más que lo mejor para ti también

Tom

Un maldito mes. Estoy jodidamente estresado y furioso. Cómo extraño a mi pequeña. Recorrí toda Alemania en busca de ella pero fue inútil.

Cada vez me rindo, pero luego recuerdo su calido tacto, sus hermosos ojos, su piel tan suave, su cabello, sus palabras. La forma en que te mira y expresa su amor, su amor hacia a mi.

Alex y Alexandra, están devastados. Vienen de ves en cuando y solo es para saber noticias de su pequeña.

Bill está peor, no sale de casa y solo se la pasa en la computadora. Me pone mal ver a mi gemelo de esa manera.

Ahora me encuentro con el en su casa, mientras vemos posibles lugares.

—Mira a las afueras de la cuidad. Hay una casa de unos viejos ricos que murieron hace años y ahora está a cargo de—Abrionloa ojos y me miro con asombro

—¿¡De quien!?—Dije con desesperación

—De Amy Eilish—Me miro

Me cayó como valde de agua fría, ¿Será posible que ella tenga a mi pequeña?. Pero que estúpido es más que obvió.

—Es ella, ¡Ella tiene a Lilian!—Mire a mi gemelo

—¿Como es posible?—Miraba todos los detalles de la casa

—Un día las encontré besándose, pero Lilian me confeso que Amy le había dicho que le gustaba. Lilian la rechazo y ahora la secuestro para tenerla como rehén—Miraba a mi gemelo con entusiasmo

—¿Y que haremos?—Alzo una ceja pensativo mientras miraba la dirección

—Necesitamos ir ahí. Investigar como está todo y ya veremos qué hacemos—Mire la pantalla, se perfectamente donde es

—¿Y que esperamos?—Mi gemelo se levanto para después seguirlo

Los dos nos colocamos una chaquetas y lentes negros. Salimos, nos montamos en el auto y arranque.

—Es aquí a la derecha—Bill me guiaba el camino

Después de una hora estábamos fuera. No había pavimento, solo tierra y cerros. Los dos nos miramos y seguimos hasta que empecé a reconocer el lugar y arranque más rápido.

Los dos quedamos sorprendidos al ver la casa, pero para nuestra mala suerte, había demasiada seguridad. Los dos bajamos del auto y caminamos un poco más. Al quedar detrás de unos arbustos podíamos escuchar todo.

—La señora los espera—Se escucho una voz gruesa

—La niña está en la habitación, manda llamar a Ria—Otra voz se escuchó

—Ahi viene—Dijo alguien con miedo

—¿Donde carajos está la muchacha?—Era la voz de una mujer

Al instante Bill y yo reconocimos esa voz. Los dos espiamos y como era de esperarse era ella, con un traje negro pero si la capucha, parecía furiosa.

—A-Aun no llega—Dijo un guardia

𝗠𝘆 𝗧𝘂𝘁𝗼𝗿; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora