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Estoy buscando las maneras de expresar lo que estoy sintiendo
No puedo simplemente decir que no te amo
Porque te amo, sí
Ten presente que moriría por ti
Amor, moriría por ti, sí
La distancia y el tiempo entre nosotros
Nunca me harán cambiar de idea, porque, amor

Tom

Los celos brotaron y comencé a estresarme. ¿Como es posible que Bill me hiciera esto?. Acostarse con MI pequeña y lo peor es que ella se dejará llevar por sus encantos.

La forma en que ella gemía me ponía a un más furioso, la forma en que la toma de la cintura. El que debería estar con ella soy yo. Lo que no sabe es que ella es solo mía y se perfectamente como ponerla.

—Es es todo señor—Escuche a través del teléfono, pero era incapaz de formular tan siquiera una palabra de lo cabreado que estaba

—Esta bien, dentro de un día llegará tu paga—Colgué sin más, mis manos se hicieron puño haciendo que mis nudillos se tornaran blancos

—Tom, amor la bañera está lista—Grito mi esposa desde el baño

Lo malo es estar a mil kilómetros de diferencia y no poder ir hacia ella y tenerla conmigo, aún peor Heidi me hacía estresar y ponerme furioso con su comportamiento de señora antipática.

—¡Tom!—Me llamo de nuevo

Respire y exhale. Camine hacia ella y le mostré mi mejor sonrisa, adentrando me con ella al baño.

[...]

Por fin en mi querida Alemania. No se cuando la vería de nuevo pero lo que si haría es hacerla mía y demostrarle que soy el único que puede tenerla y hacerla gritar de placer.

—¿Tom, cariño tienes las llaves?—Me miro Heidi

—Si dame un segundo—Rebusque en el bolso de mi pantalón trasero, hasta que escuche el claro tintineo de las llaves

Las tomé y abrí la cerradura. Los dos nos adentramos y para mí sorpresa mi pequeña se encontraba allí, justo enfrente mío

—¡Sorpresa!—Las tres gritaron de emoción

Sonreí al verla acercase lentamente, con la cabeza baja. Me preguntó por qué. ¡Oh, se la respuesta!. Se cogió con mi gemelo.

Las tres damas se fueron dejándome con ella a solas. Estaba tan nerviosa mi pequeña. Sabía perfectamente que me enojaría.

Al tenerla en mis brazos fue lo más maravilloso que me ha pasado en este mes de porquería. Su olor tan exquisito y su calor corporal. No olvidemos su cabello tan suave y rubio cabe recalcar.

Pero sus insinuaciones me cansaron teniendo que soltar la sopa. Me enfureció saber cómo me miraba como si no se hubiera arrepentido, la deje sola caminando hacia la cocina, exhausto.

Pero Alexandra, me llamo, captando mi atención—Tom—Me miro

—Dime—Me senté para prestar atención

—¿Podrías ayudar a Lilian con sus estudios?—Me sonrió apenada

—Claro—Le sonreí. Sinceramente lo hago por qué la amo y por qué quiero estar pegado a ella

𝗠𝘆 𝗧𝘂𝘁𝗼𝗿; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora