Capítulo 17: La puerta hacia los sueños.

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—Ésta carta llegó hoy en la mañana—dijo Esmeralda colocándola en el medio de la mesa con un golpe seco—. El Padre FitzMaurice ha muerto y el cazador de brujas dijo haber presenciado a cuatro sujetos encapuchados corriendo y riendo en la mitad de la tormenta, lo más extraño es que estos cuatro sospechosos, catalogados como brujas por L'creux, lograron escapar porque se elevaron en el aire como aves.

Yahui se mantenía en silencio al lado de Esmeralda.

— ¿Hay algo que quieran decir? —agregó Yahui, con los brazos cruzados, y esa pose tan seria y demandante causó algo dentro de Hedrigan que la obligó a esconder una sonrisa.

—Quizá hay más como nosotros en el pueblo—dijo Samje, metiendo un trozo de pan a su boca, intentando no hacer contacto visual con nadie.

—No hay nadie más como ustedes en el pueblo, Samje—vociferó Yahui, intentando mirar al chico a los ojos.

—Se escaparon de la casa a la mitad de la noche—dijo Esmeralda, tratando de mantener la compostura—. Sé que no mataron a ese hombre, pero aun así desobedecieron a nuestras reglas.

—Disculpe, señorita Esmeralda—dijo Arlen, también con tono severo—. Pero no nos escapamos de la casa. Le recuerdo que somos adultos y los dueños de este lugar que ustedes usan para hospedarse, así que le sugiero que baje su tono de voz. No somos niños que tienen que ser regañados y no permitiré que se dirija a mí ni a mis hermanos de una manera tan poco educada.

—No, no son niños y nosotros vivimos bajo su techo—reconoció Esmeralda—. Pero en cuanto al tema de la magia y sus dones somos responsables, ¡No están siendo cuidadosos! No están respetando el trato al cual habíamos llegado.

—Si L'creux descubre que ustedes y nosotros somos los de la magia y brujería en el pueblo, estamos fritos, no habrá más historia que contar—intervino Yahui—. En el mejor de los casos debemos irnos para nunca volver, en el peor de los casos terminamos en la hoguera por herejía.

Los hermanos bajaron la cabeza.

—Sé que cometimos un error—dijo Hedrigan—. Pero anoche todos tuvimos este presentimiento horrible que tenía que ver con el Padre FitzMaurice, por eso nos escabullimos y...lo encontramos muerto y L'creux y Gabrielle estaban intentando ocultar los hechos culpando a las brujas...

—Espera—la detuvo Esmeralda— ¿L'creux mató al Padre?

Los cuatro hermanos asintieron.

—Y dijeron que culparían a las brujas—agregó Heavenis.

Esmeralda y Yahui se miraron.

—Igual que en pueblo vecino—dijo Yahui y Esmeralda asintió, un tanto preocupada.

Hubo un momento de silencio.

—Bien, L'creux está haciendo lo mismo que en pueblo vecino—soltó Esmeralda—. Culpará a las brujas y con esa excusa podrá mandar a quien quiera a la hoguera, el pueblo lo respaldará por el miedo colectivo a la primera muerte en manos de los herejes. Pero ésta vez es diferente, asesinó a una figura cristiana, así que el descontrol del pueblo podría ser total.

— ¿Qué quiere decir eso? —preguntó Samje, luchando para que su nerviosismo no comenzara a elevarlo por el aire al igual que la silla a la que estaba pegado su trasero.

—Debemos apresurar los planes para generar la puerta hacia los sueños—soltó Yahui—. Es el único lugar en dónde estaremos a salvo si el cazador nos descubre, y algo me dice que no está lejos de hacerlo.

— ¿Apresurarlo? ¿Para cuándo? —preguntó Arlen, metiendo un trozo de pan a su boca.

—Hoy mismo—soltó Esmeralda—. Hoy crearemos esa puerta.

La Puerta Hacia Los Sueños: El OrigenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora