Zavidia sigue tan oscuro y la ves tan brillante como lo recordaba. Kalaria es imponente y perfecto, pero Zavidia es mágico.
El viaje en carruaje fue calmado y rápido, Zafir y yo hablamos de la caza y mi coronación durante el trayecto. Ninguno de los dos menciono lo de noche anterior y lo agradecí internamente, no sé si aguantaría la vergüenza.
—¿Participaras en la caza? —Pregunta Zafir con calma.
—Este año prefiero solo verlo. —Respondo sin importancia.
Lenora ganó el año pasado la caza, es de las mejores guerreras y cazadoras conocidas de Kegesha. Yo, aunque soy buena con el arco, nunca he cazado nada y menos los animales o bestias de Kegesha. Tampoco soy una guerrera, mi talento con la espada es nulo.
—¿Y tú participaras en la caza? —Pregunto mirando la ventana del carruaje.
—Este año soy el anfitrión de la caza, participaré con honor por Zavidia. —Suelta con orgullo. —Además mi mayor competencia decidió no participar.
Zafir se refiere realmente a Lenora, porque si yo participaría en la caza, perdería de una forma catastrófica. Mi manejo con la espada es nulo, perdería en los primeros segundos de la caza.
—Te deseo la buena suerte de Kaela.
El carruaje se detiene frente al gran castillo de Zavidia, la imponente entrada se alza ante nosotros. Hay un grande grupo de personas esperándonos y entre ellos está la corte de Zafir con sus expresiones serias de siempre.
El primero en acercarse a nosotros es el consejero, me saluda cortes, pero sin prestarme mucha atención. Esté se lleva a Zafir sin siquiera preguntar, él se despide como puede mientras se aleja de mí.
La corte de Zavidia es muy cerrada conmigo, las ocasiones en las que lo he visto a todos reunidos son casi nulas. Una de esas fue el primer día que llegue y tuvieron que presentarse ante mí, pero después de eso siempre han sido distantes, siempre intentando mantener su distancia. Adina dice que me tienen desconfianza por el escape, que hasta que el matrimonio sea concretado, no me dejaran saber nada sobre los problemas de Zavidia.
Adina me sigue de cerca, desde nuestro último encuentro con Lenora, el ambiente ha sido incomodo entre nosotras. Sus acciones sacaron a relucir inseguridades que tenía enterradas y ahora están a flor de piel.
—Adina ve a dejar mis baúles a la alcoba de Zafir, tengo un tema por resolver. —Ordenó, mientras me empiezo a alejar de ella.
—Pero, princesa. —Murmura contrariada.
—Adina cumple lo que te dije. —Mis palabras bastan para que haga una reverencia y se vaya.
Una punzada de dolor me invade al ver cómo se va con su cabeza gacha, pero ella no debe de estar involucra en este problema. Yo soy la única que puede saber y solucionarlo.
La habitación de Helder está en el ala sol del castillo, en una de sus tantas torres. Lo recorridos diarios por el catillo dan sus frutos, porque encuentro con rapidez su alcoba. Tocó su puerta, pero nadie responde, solo hay un silencio adentro de esta. No lo pienso mucho y tomo la decisión de abrir la puerta, lo hago con cuidado. Pero la encuentro vacía, solo veo una cama desorganizada.
Esto no detiene mi búsqueda, tengo que hablar con Helder antes de que lo haga Zafir. Apoyó mi versión con los sanadores y guardias, pero nada me asegura que también la apoyo con Zafir, su rey y mejor amigo.
Camino con rapidez, pero no corro. Mantengo mi expresión neutral para que los sirvientes que me ven pasar no noten mi ansiedad, agradezco a Kaela internamente cuando encuentro a Helder. Como esperaba, estaba en el jardín de entrenamiento. Su ropa muy diferente a la que siempre tiene una; una armadura sin rayones y reluciente de lo limpia que siempre esta. En cambio, esta vestido con unos simples pantalones, al igual que la camisa que parece ser más de descanso.
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La Princesa Impostora (Editando)
FantasyTrisha tiene extrañas visiones desde que tiene uso de razón; en estás se puede ver a una niña idéntica a ella y un lugar que ella nunca logra reconocer. Ella crece y la niña en sus visiones también. La única explicación qué ella le da ha sus visione...