Capítulo 18

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—Princesa todos hablan de su entrada con su majestad. —Comenta Keria con una pizca de diversión.

—Me lo aconsejo una gran amiga, ella merece los elogios. —Respondo irónica.

Las dos sonreímos, aunque una es más grande que la otra.

Keria está vestida también con un atuendo de caza, su chaleco y pantalón son de un color zafiro. Su cabello rubí está recogido en un moño perfecto y que lo decora una tiara.

—¿Princesa ya ha saludado a sus invitados? —Pregunta Keria mirando a su alrededor.

No ha pasado mucho tiempo desde que comenzó la caza, yo solo he estado sentada sola en esta gran mesa, mientras que le doy tragos al dulce y adictivo vino. Keria no llego mucho después de mi segunda copa.

—No lo vi necesario, pensé que era suficiente con el discurso de Zafir y nuestra entrada.

—Se puede pensar de esa manera, pero está es la aristocracia. Debe mostrarse "amable" para así crear alianzas, un segundo saludo y una conversación pueden hacer más de lo que cree. —Me aconseja.

Decido seguir la sugerencia de Keria con ella a mí lado, pasamos por cada familia invitada dando un saludo y bienvenida a Zavidia. Keria en ningún momento se apartó de mi lado, supervisando mis palabras.

Mis nervios se hicieron presentes cuando tuve que acercarme a una de las seis familias reales. Decido empezar con lo que creo que es lo más seguro; la madre de Keria, reina de Kradarin.

Si creía que Keria era venerable, no es nada comparado a su madre. Esa mujer es la palabra perfección; sus modales, postura, dialecto, vestuario y joyería gritan aristocracia. Su cabello es castaño y no posee la sangre de Kaela, pero eso no impide que sea igual de hermosa e imponente que Keria.

El hermano más joven de Keria, el príncipe Edan fue igual de cortés y perfecto que su madre, creo que ya puedo asegurar que es una característica de la familia. Keria no intercambio palabras con su madre además del saludo, se podía sentir un ambiente tenso entre ellas, pero no quise indagar.

Después saludé a su majestad Seraph Blanc y su reina Gisella, ellos fueron cordiales, cualquiera que los viera los definiría como la pareja perfecta. La reina Gisella fue la que más conversó, amable como una flor. Keria estuvo más cerrada de lo normal, si eso es posible, en su presencia.

Gisella halago mi belleza en medio de nuestra conversación, también adula a Keria, pero yo logro notar una tensión en sus hombros ante las palabras de la reina. Gisella era fresca y afectuosa, muy diferente a su esposo. Él nos observó la mayoría del tiempo en silencio, sin embargo, siempre tuvo en brazos al príncipe Yahoel segundo; su hijo y el de la reina Gisella. Esté tiene el mismo color de cabello que su padre, un amatista grisáceo.

Los reyes Caesonia son encantadores, sociables y agradables. Esa pareja que lees en los libros, y que cada vez que se miran desborda amor de sus ojos. La conversación no parecía tener fin con ellos y menos cuando se unió su hija, la princesa Sereia tercera; es atenta, alegre y cordial, nos saludó con unos modales perfectos.

Ella nos enseñó su poder haciendo diferentes formas con agua, mientras no dejaba de hablarnos de las habilidades de su hermano y porque este sería el ganador. La princesa y el príncipe tienes el mismo color de cabello que el de su madre, zircón. Despedirnos de la princesa Sereia fue complicado, ya que no podía dejar de hablar animada.

En cambio, los reyes Zohair son callados y reservados, fue un saludo corto y conciso. Esto me sorprende porque ellos son los padres del príncipe Luris, un niño muy agradable y jovial.

Ellos se despidieron con rapidez y se fueron sin importarles nosotras. Keria y yo nos miramos entre si confundidas, pero esto no dura mucho porque un jalón en nuestros vestidos. Nos recibe un pequeño con cabello de color esmeralda y detrás de él viene el príncipe Kelren.

La Princesa Impostora (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora