Capítulo 17

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Los carruajes llegan y llegan, parecen nunca acabar. De estos se bajan solo personas de alta cuna; aristocracia. Lucen sus mejores atuendos de caza, joyas y peinados. Todos buscan ganar la caza para traer honor a su apellido y nación.

Los verdaderos competidores bajan con gracia y elegancia, como si ellos solo estuvieran aquí para jugar. Ellos son nada más y nada menos que los herederos de las familias reales, en años de historia ellos siempre han sido los principales ganadores de la caza.

Mi atuendo es el adecuado para participar en la caza; pantalones marrones pegados al cuerpo, con botas negras que llegan hasta mis rodillas, un chaleco del mismo color de los pantalones, este tiene bordado el escudo de Kalaria.

—¿La princesa se encuentra preparada para la caza? —Pregunta la sirvienta echando rubor en mis mejillas.

—Este año no participaré, pero estoy muy emocionada de ser espectadora. —Respondo con una emoción inevitable.

Desde el día que llegue a Kegesha se habla de la caza: es un evento único para la aristocracia, sigue siendo así, pero ahora se invita a las editoriales más importantes de cada nación, traen consigo a sus mejores escritores; ellos harán columnas sobre todo lo que sucede en la caza. Es uno de los eventos más esperados por Kegesha, las apuestas no se hacen esperar, apostando sus últimas monedas de oro y las joyas más preciosas, la mayoría robadas, todo por la familia o nación que ellos creerán ganadora.

Este es el primer año que la caza se hará en Zavidia, en honor a la unión de las dos familias y naciones más importantes. Zafir dejo atrás la creencia de su padre y ancestros; de mantenerse lejanos de las demás familias reales. También será la primera vez que los Schimitt participen en la caza.

La caza durará dos días, se empieza cuando el sol está en su punto más alto y se acaba cuando se empiece a ocultar el sol. En la noche se hace el banquete de celebración en honor al ganador, este dura hasta el otro día. El ganador se decide en quien cace la presa más peligrosa.

—Princesa, el rey Zafir la espera en el establo como pidió. —Anuncia Adina terminando de arreglar la coleta alta de la peluca en mi cabeza.

—Que comience el gran día. —Suelto mirándome por última vez en el espejo.

La caza será en el bosque más reconocido de Zavidia, este queda cerca de Arkalari. Los grandes toldos de campaña fueron montados días antes, cada familia tiene su campaña; estos son para arreglarse y descansar.

La vista que me recibe es la de Zafir acariciando su cabello, es diferente al que me llevo en su lomo después de la muerte de Zenobí. Es más imponente y grande, su hermoso cabello echo de sombras negras flota en el aire.

Zafir tiene un traje de caza de un marrón más oscuro que el mío, sus botas son más cortas y su chaleco tiene el escudo de Zavidia. Su cabello negro es peinado hacia atrás, lo decora su preciosa corona, esa que es entrelazada con dorado y negro.

—Eres hermosa mi Anassa. —Parece ser que no fui la única que quedo embobada con el aspecto del otro.

—Su majestad, yo no puedo opinar lo contrario sobre usted. —Halagó con diversión.

Zafir se acerca, posando su mano en mi mejilla. Él hace desaparecer la distancia entre nosotros y me besa con una suavidad adictiva.

Sus besos aun me ponen nerviosa, aunque no han hecho falta desde que volvimos de Kalaria. Sus labios sobre los míos se han convertido en mi parte favorita del día.

—¿Puedo saber el por qué querías que nos encontremos en el establo? —Susurra sobre mis labios.

—Llegaremos juntos a la caza. —Explicó, mientras me alejo de él.

La Princesa Impostora (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora