Capítulo 11

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                                                                                           ( Killian )

Un fastidioso rayo de luz entraba por la ventana de la habitación, me removí incómodo en el lugar en donde me encontraba. Llegue ayer a las 10 de la noche luego de pasar el día acompañando a mi madre en su búsqueda interminable por un pantalón que había visto en una tienda pero no recordaba cuál era.

Las sillas de hospital definitivamente no eran nada cómodas para las personas que descansaban en el lugar con los pacientes, deje de sentir mi culo a los 5 minutos de haberme sentado aquí.

Eran las 7 de la mañana cuando una vieja enfermera entro por la puerta de la habitación con una carpeta en mano y su típico y aburrido uniforme de hospital.

—Buen día joven Jhonny, tengo buenas noticias para usted— comentó cambiando la bolsa de suero que colgaba a un lado de la cama de mi amigo.

—Espero que no tengamos que pasar mas tiempo en este lugar, siento que me saldrán raíces del culo si sigo aquí sentado — Comenté ganándome una mala mirada por parte de la enfermera— Oiga, no han pensado alguna vez en ponerles una colcha a estás sillas? O quitarlas y poner un sillón más cómodo?— le pregunté a la enfermera con un poco de curiosidad y está me ignoro olímpicamente.

—Deja a la señora tranquila Killian, de seguro no quiere pasar los últimos minutos de su vida escuchando los alegatos de una persona demasiado molesta como tú— mencionó Jhonny en tono divertido ganándose también una mala mirada de la enfermera— Lo siento señora, con todo respeto, pero no le gustaría estar en otro lugar  disfrutando de su vejez en vez de estar aquí?

—Para su suerte jóvenes, le darán el alta a Jhonny en unas horas, falta solo revisar los últimos exámenes para asegurarnos de que todo esté en orden y podrán retirarse a sus casas— mencionó la enfermera, ignorando lo que Jhonny había dicho y revisando la carpeta que tenía en mano, para luego retirarse del pequeño cuarto en el que nos encontrábamos.

—Al fin!! — mencione levantándome de la silla, apenas ví que la enfermera salió de la habitación— quiero salir corriendo de aquí, necesito fumarme un cigarrillo y que nos tomemos una cerveza para pasar este mal rato.

—Mira Gay yo también quiero un cigarrillo— mencionó Jhonny en tono mandón— ahora me debes comprar una cajetilla, fue tu culpa que comiéramos en ese lugar tan asqueroso, aún no entiendo cómo no te enfermaste, si Laila y Daniel, también se enfermaron.

—Es que los Dioses como yo!. No nos enfermamos con cosas como esas, solo los simples  mortales como ustedes tienen las defensas tan bajas— Dije en tono de burla, mientras miraba mis uñas sintiéndome importante.

—Cállate gay, no te enfermas es porque estás acostumbrado a las comidas radioactivas que te prepara Gina.

Mire a Jhonny con mala cara, y el soltó una carcajada.

Hoy se cumplía una semana desde que Jhonny había llegado al hospital, luego de comer en la paletería de Gustavo, los chicos tuvieron una intoxicación por la comida, Daniel y Laila habían vomitado y han estado con el estómago revuelto desde ese día, pero a Jhonny tuvieron que sacarlo de urgencias e internarlo aquí, tuvo una descompensación por tanto estar en el baño y sus defensas estaban muy bajas.

—No, mentira, jamás vuelvo a ir a ese sitio tan asqueroso, espero que lo cierren de por vida, desde un principio les había dicho que fuéramos porque ese sitio me lo recomendó Lorena, ya había escuchado muchas críticas, pero ella insistió en que ya habían cambiado de personal y que la comida era diferente, que había una chica nueva que estaba trabajando súper bien y blablabla— mencione un poco apenado por lo que había ocurrido, desde hace una semana no podía dejar de pensar en que lo que había ocurrido era mi culpa.

Odiaba los hospitales, y me recordaban una situación demasiado dolorosa para mí, el que Jhonny llegará en tan mal estado aquí, solo me hizo recordar todo lo que había pasado y me hacía sentir peor.

—Cada día confirmo más que Lorena te quiere— mencionó Jhonny centrando su mirada en mi— pero como a Díez metros bajo tierra.

—No hables Ridiculeces

—Kill, amigo, quien en su sano juicio va a recomendar un lugar tan malo como ese? Osea, yo por ejemplo, le recomendaría ese lugar a alguien que no me agradará, así sabría que no lo vería más, y en tú caso la madre de Gina no te quiere ni a 2 metros de distancia... así que no sería para menos que te recomendara ese sitio tan feo para comer, lastima que andábamos nosotros de chismosos y no te enfermaste tu.— mencionó en tono divertido mientras se hacía el dolido.

—Si pues, ya no importa, estás bien y es lo importante, ahora cuadremos que haremos luego de que salgas de este hotel cinco estrellas — mencione en tono de burla mientras me sentaba en la cama de Jhonny— muévete un poco, quiero acostarme también.

—Para dónde me voy a mover, no entro en la camilla, parece una camilla de niños — mencionó Jhonny quejándose, aún sin moverse.

—No vengas tú, muévete solo un poco, tu amigo aquí presente se ha dejado las nalgas pegadas a la silla por quedarse contigo toda la noche. Ahora se un buen amigo y regálame un poco de espacio y almohada, tengo tortícolis esas sillas nunca se ablandan — Me queje pasando una mano por mi cuello mientras me recostaba en el pequeño espacio que Jhonny me había dejado.

Love Yourself, Emma. (Completa, Sin Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora