Capitulo 28

8 4 12
                                    

Al abrir los ojos una deslumbrante luz me cego por un momento. No reconocía la habitación en la que me encontraba, de paredes blancas, y largas persianas que cubrían las ventanas que habían.

Me sentía incómoda, y no sabía si era por  los tubos pequeños que tenía junto a mis manos, y la pequeña manguera que tenía en mi nariz, o por la dura y poco nivelada cama en la que me encontraba.

Escuché un pitido que sonaba de algún lado, sin saber lo que era.

¿Había muerto?

¿Que había sucedido?

Alce la mano para quitarme lo que tenía pegado al rostro, pero me detuve en cuanto la puerta de la habitación fue abierta.

—Princesa — dijo él parado en la puerta.

—¿Que sucedió? — pregunté, mi voz sonaba áspera.

—Tuviste un accidente hace unos días —comento sereno, acercándose a mí — ¿Cómo te sientes?

—Como si me hubiese estrellado contra un camión —confese, al sentir un dolor incómodo asentarse en mi columna —No entiendo que sucedió, no recuerdo mucho.

—Estabas con Leidy, en un momento de la noche le dijiste que tenías ganas de irte, no sabemos que sucedió cuando te fuiste, solo sabemos que perdiste el control del auto, y terminaste dando vueltas por la carretera, hasta que una pareja que pasaba por la vía, vio el accidente y llamo a emergencias.

Pequeños fragmentos de lo que había sucedido comenzaron a aparecer en mi mente, sacándome de mi realidad por un momento.

"—No has cambiado nada — dijo acercándose un poco más a mí. —Sigues igual de hermosa, que la última vez que te ví.

—¿Que haces aquí? — pregunté aún sin poder reaccionar por completo. —¿Que quieres?

—¿Porque tan arisca? Solo quiero saber cómo has estado, vine con los chicos a tomarnos unas copas y celebrar el cumpleaños de Natali, pero al verte aquí, supe que no podía desaprovechar la oportunidad para volver a hablar contigo — comentó acercándose un poco más a mí.

—Mateo, por favor... Alejate — dije en un murmuró."

Un fuerte dolor de cabeza me dejó aturdida, pero aún así, mi cabeza no dejaba de evocar recuerdos.

¿Que había sucedido?

¿Me había hecho algo?

Comencé a removerme en mi cama, tratando de alejar aquellos recuerdos de mi, sentí la mano de alguien posarse sobre mi hombro, solté un pequeño grito ahogado y luego escuché su voz tratando  de devolverme a la realidad.

—Emma, ¿que sucede? — pregunto preocupado.

—Él, e e-estuvo muy cerca de mi, siento sus manos sobre mi, por favor, ayúdame a quitarme sus manos de mí — pedí, comenzando a sentir como gruesas lágrimas bajaban por mis mejillas.

—Princesa, tranquila, estás bien, estás a Salvo — dijo, intentando calmarme.

—No, el seguirá buscándome, siempre que me vea querrá hacerlo de nuevo, necesito irme, no quiero verlo.

—Te prometo que eso no pasará, solo...

—¡Mientes! — dije molesta — No estoy a salvo contigo, prometiste que no volvería a pasar por esto, y ha vuelto a suceder, me ha tocado de nuevo — dije, sintiendo el nudo en mi garganta — Me dejaste sola, y te alejaste, sin darme explicaciones, ni escúcharme, te necesitaba, no quería perderte, y tú... Tu me dejaste de lado sin importar lo que sentía.

Love Yourself, Emma. (Completa, Sin Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora