Minho.
Regresé a casa, eran las 8:56 pm, sabía que Nabi ya no estaría pero aún así me emocionaba llegar a casa y leer la notita que seguramente habría dejado en la mesa.
Había terminado con la canción, despues de 3 días sin descanso alguno, estaba cansado, pero al menos sabía que mañana por fin podría ver a Nabi.
Entré al departamento, me quité los zapatos y de pronto.. La vi, estaba dormida en el sofá.. Se veía tan pequeña e indefensa, sabía que era pequeña en tamaño, pero ahí recostada parecía tan.. frágil.
-¿Me extrañaste tanto que decidiste dormir aquí?-Le dije jugando en un tono alto para ver si se despertaba, pero no conseguí respuesta.-Nabi..- Susurré en su oído mientras movia un poco su pierna.-Nabi..-Me acerqué más a ella, su cara estaba roja, toqué su frente, estaba hirviendo ¡Más que eso!-Nabi.-La moví bruscamente pero no reaccionaba, al parecer se había desmayado por su nivel de temperatura.
La tomé en mis brazos, para llevarla hasta mi cuarto, la recosté en mi cama con cuidado, luego fui hasta el botiquín del baño, tomé una toalla y la mojé.
Empecé a darle pequeños toques con la toalla en la cara, hizo un gesto con la nariz, al parecer estaba recobrando la razón.
Seguí pasando la toalla por su cara, regresé al baño, enjuague la toalla y le puse mas agua, luego seguí pasándola por su rostro.Así fue hasta que empecé a sentir que su cara ya no estaba tan caliente, pero por su forma de hacerse bolita en la cama supuse que tenía frío, la cobije con mi sabana, y me senté en el suelo junto a ella para seguir cuidándola.
Debía estar muy cansado ya que en algún punto después de revisarla por última vez, yo también me quedé dormido..
Nabi.
Desperté, abrí los ojos con cuidado ya que la luz del sol me quemaba un poco aún, algo me pesaba en el brazo y la cintura, por un momento en mi cabeza pensé que podía ser Kitty ya que a ella le gustaba subirse encima de mí mientras dormíamos.
Luego recordé que mis gatos estaban con mi mamá y abrí los ojos de golpe asustada.
Me di cuenta que esta no era mi casa, ni esta mi cama ¡Ni mi cuarto! Volteé lentamente hacía atrás y era Minho, abrazándome mientras dormía.«¿Cómo carajos llegamos a esta posición?»
Empecé a hacer memoria del día anterior, me quedé dormida en el sofá, luego volteé hasta la mesa de centro que estaba al lado de la cama, estaba un botiquín, una toalla metida en un pequeño recipiente con agua, una almohada en el piso.
«¡Dios soy una estúpida, me enferme y me quede dormida en casa de Minho!»
Estaba en una difícil situación, si me movía, lo despertaría y estos días a trabajado sin parar.. Pero si me quedaba ahí, el podría despertar y verme ahí, sería más incómodo aún..
Me quedé quieta luego de sentir como se pegaba más a mi, aferrándose aún más a mi cintura, tal vez en su cabeza yo era una almohada, ¡Pero en mi cabeza yo sabía que no!
Podía sentirlo así de cerca junto a mi.. En verdad EN VERDAD podía sentirlo..
Su pecho bien ejercitado subiendo y bajando en mi espalda, su característico brazo donde sus venas se marcaban aún más, apretando mi cintura, el olor de su perfume..«¡Estúpidas hormonas! ¡Estúpida Nabi!»
Regresé al mundo real y traté de quitar al menos su brazo, pero mientras más lo intentaba el más fuerte me abrazaba.
-No te vayas..-Susurró de pronto.
-Minho.. -Susurré igual.- Quítate de encima, pesas lo mismo que un caballo.
-Me lo debes, cuidé de ti toda la noche, ahora estoy más cansado. -Volvió a susurrar.
Me quedé quieta, tenía razón, estaba más cansado ahora, por mi culpa..
Después de tal vez 20 minutos más, mi celular empezó a sonar en la sala.
-Minho, tengo que atender.. Minho.-Le dije, bufó irritado luego sentí como poco a poco me soltaba.
Salí de la cama, bajé las escaleras y tomé mi celular.
"Jin"
-¿Si? -Contesté.
-Nabi, necesito que llegues 30 minutos antes a casa de Lino, tenemos cosas que atender, llevo prisa, mis hijos van tarde a la escuela. -Me dijo apurado.-Te veo ahí.
Luego colgó.
«Si supieras que ya estoy aquí.»
Entré al baño que estaba en el pasillo, lavé mi cara y luego fui hasta mi bolsa para tomar un cepillo de dientes que siempre traía conmigo, también tomé mi bolsa de maquillaje y un pequeño perfume que tenía.
Traté de verme presentable.
Luego salí y Minho venía bajando las escaleras, tenía una cara adormilado y el cabello echo un desastre, pero cuando me vio lo primero que hizo fue sonreír, sonreí después de haber visto esa escena.
-Buenos días. -Dije.
-Muy buenos días. -Las mariposas en mi estómago se alborotaron, mientras veían como su sonrisa se agradaba.
-Alistate Jin viene para aca.
-¿Te sientes mejor?-Preguntó.
Asentí. -Si, gracias.. Y perdón.
-¿Perdón? ¿Por qué?
-Me enfermé y tuviste que cuidar de mi, después de 3 días trabajando sin parar, supongo que no pudiste dormir bien, por mi culpa.
-No te preocupes, después de todo te tomaste muy en serio lo que puse en mi nota, tuve una buena recompensa.-Dijo sonriendo de forma picara.
-Eres un pervertido Minho. -Le dije dándole un leve golpe en el pecho.-¿Quién te dio permiso de dormir encima de mi?
-En realidad no me di cuenta, solo recuerdo que pensé que estar sentado en el suelo era incómodo, así que supongo que después de un rato solo me subí a la cama.-Me dijo levantando los hombros como restándole importancia.
-Esta bien, fue tu paga por cuidar de mi.
-¿Solo eso?-Preguntó incrédulo.
-¿Qué acaso subirte en la mitad de mi cuerpo toda la noche no fue suficiente?
De un pasó se acercó más a mi.-No, no lo fue, mi favor no fue de gratis, así que piensa como me vas a pagar.- Susurró cerca de mis labios.
Dicho esto, se dió media vuelta metiéndose al baño.
Mi cara ardía y de pronto tenía mucho calor.
«Estúpidas hormonas, estúpida Nabi..»
ESTÁS LEYENDO
Mi Libro Contigo (Minho)
FanficNabi es una escritora estancada que trabaja para una editorial a punto de despedirla, Minho el egocéntrico ex integrante de un grupo de K-pop. ¿Qué tienen en común? -Nada. (Eso seguro) Pero, Nabi debe tomar una dificil decisión si quiere conservar...