Avec Toi ~ [Cᴀʀʟ Gᴀʟʟᴇɢʜᴇʀ] ✓

XXIII

¿Queréis un resumen de lo que pasó en la última temporada?
Bien, estad atentos. Es la última vez que os lo explico.

Me hice novia de Carl y a el muy gilipollas lo han metido al reformatorio por pasar droga. Metieron a Ian a la cárcel militar y fuimos a sacarlo. Mickey, Debbie y yo matamos a Sammi y al parecer sobrevivió y vino a por Mickey con una pistola, sí, los metieron a la cárcel a los dos. Y... ¿Se me olvida algo? Nose, hubierais estado atentos.

(...)

[Jane]

Debbie y yo estábamos en el cuarto de baño. No podía estar pasando esto, osea, escuchad vosotros mismos.

—Puede que esté embarazada. —Ella lo decía alegre mirandose al espejo y yo la observaba boquiabierta, aunque ya me hubiera mencionado lo mismo desde hace tiempo atrás. Continuamente.

—Debbie, ¿no crees que es mala idea? —La intentaba apoyar y hacer reflexionar de que la idea de ser madre adolescente no es lo mejor. —Osea, no digo que no me gustaría ser tía pero, ¿no es muy pronto?

—No, Jane. A mi sí me gusta esa idea. —Siempre me decía lo mismo.

Tocaron la puerta.

—¡Está ocupado! —Dijimos las dos a la vez.

—¿Tenéis que meteros las dos ahí? —Fiona nos regañaba. La oímos suspirar e irse para el cuarto de los chicos.

—Echo de menos a Carl. —Me senté en el suelo toqueteando una esponja.

—¡Ugh! ¿Cuántas veces me lo vas a repetir? Estoy ya cansada de ti y de tu obsesión con mi hermano.

—¡Y yo estoy cansada de que me repitas continuamente sobre el dichoso bebé que capaz y ni siquiera existe! —Me enfadé, y la verdad que tengo razón. ¡Todavía no sabe si ese bebé existe!

—¡Bien! Pues vete de aquí, ya. —La mire extrañada y me fui de allí. Me encontré a Fiona al salir del baño.

—¿No logras convencerla? —Me decía ella entristecida.

Yo negué.

—No se puede convencer a alguien que está tan cegada, si le dicen en la clínica que no hay bebé, ella va a quedar destrozada. —Fiona me miró comprensiva y me dio un abrazo.

Me fui de la casa de los Gallagher y llegué a la mía, me senté en el porche mientras veía pasar los coches y a los carteros entregando el periódico de la mañana.

Oí la puerta abrirse y era mi padre.

—¿Otra vez esperando que Carl llegue? Jane... todavía no a acabado su condena. —Mi padre se sentó al lado mia.

—A lo mejor se la rebajan por buen comportamiento. —Dije esperanzada y baje la cabeza.

—¿Enserio lo crees? Es Carl, no tiene buen comportamiento ni aquí, ¿tu crees que allí estará siendo un angelito? —Se burló mi padre y me hizo sonreír un poco, pero no de alegría. —Venga vamos adentro, te he hecho unos gofres fantásticos.

Entramos a la casa y vi una montaña de gofres mire a mi padre burlona.

—No voy a poder comerme eso yo sola. —Me rio y me siento en la mesa.

—Por eso nosotros te ayudamos. —Mi madre bajo con las dos niñas y todos se sentaron en la mesa junto a mi para desayunar gofres, bueno, las niñas biberón.

Estábamos pasando una buena mañana cuando empezaron a tocar el timbre como locos.

—Joder, Jane agarra el bate.