Avec Toi ~ [Cᴀʀʟ Gᴀʟʟᴇɢʜᴇʀ] ✓

XXVII

[Jane]

Me despedí de Debbie y entré al colegio, me alegraba haberme reconciliado con ella.

Feliz, saqué los libros de mi próxima clase y ande por el pasillo hasta llegar a las escaleras donde me encontré con otra escenita de Carl hacia Dominique.

—Oye, Dominique, quiero que seas mi nena. —Dijo con un tono que para el podría parecer sensual, pero para personas ajenas era vergonzoso. —Tu corazón, tu alma y tú cuerpo me envenenan. —Volvió a decir con el mismo tono.

Dom se rió, supongo que de la vergüenza ajena que le estaría dando eso.

—Pero bueno, ¿a ti que te pasa? —Dijo ella.

—Señor Gallagher, quiero aprovechar para comunicarle que está usted entre los más destacados alumnos afroamericanos que asisten a mi instituto. —Se acercó el Director Monroe para dar una aclaración.

¿Afro- Qué?

A todo esto, yo estaba apoyada en una columna ajena a la conversación.

—Gracias Director. —Acepto el halago el chico.

—Señor, con el debido respeto. Carl... es blanco. —Protestó Dom.

—No digas bobadas...

El director siguió hablando pero me desconcentré al notar unos brazos rodeándome por atrás.

—¿Qué tal el día? —Me preguntó él, con la sonrisa más bonita que conocía.

—Ahora que has llegado, mucho mejor.

Los dos nos reímos y decidimos caminar hacia nuestra clase, pero alguien nos paró.

—Hey, loca, ¿quién es este?

No me puto jodas, Carl.

—Jane, ¿quién es? —Me dijo Tony, un poco fuera de contexto.

—El idiota de mi ex, que no se que coño quiere. —Le miré a Carl e hice gesto de pregunta.

—Pues que quién es ese. —Volvió a decir, y no pude evitar reírme.

¿Celoso, Potter?

—"Ese", es Tony, y es un amigo.

—Pues, "Tomillo" aléjate de ella, si no quieres acabar en un cementerio para blancos. —Le amenazó él.

—¿Perdona? —Confundió a Tony.

—No le hagas caso, vámonos. —Mire mal a Carl por una ultima vez y me fui de la escenita.

¿¡Que cojones le pasaba ahora!?

(...)

Yo, tumbada en la cama de mis padres, y mi madre, preparándose para salir con Fiona.

—¿Crees que debería de dejar de hablar con Tony? —Le pregunté a mi madre.

—¿¡Qué!? ¿Por qué? —Se exaltó.

—Porque tengo miedo de que Carl le pueda hacer daño, me sentiría demasiado culpable si le pasa algo. —Me recosté la cabeza en la almohada y mire al techo.

—Mi niña, Carl, por mucho hombre que el quiera ser, no le podría hacer nada a una persona inocente, y lo sabes.—Se sentó al lado mia y me agarró la mano. —Ese chico te trata como te mereces, nena, ve a por él y no lo dejes ir por un inútil, que por cierto, no sabe valorarte.

Me quedé un rato pensando y, supuse, que mi madre tenía razón. Justo, el chico del que veníamos hablando me llamó.

No, Carl no. Tony.