6

14 0 0
                                    

Hay ocasiones en las que me siento una completa extraña hasta en mi propia casa. ¡Siento como si fuera invisible cuando estoy con gente en la calle o en cualquier otro lugar! Aunque tal vez no sea así, tal vez solo sea mi enrevesada mente la que me obliga a pensar de tal macabra manera.

Mientras escribo estas cartas pienso en ello, en cómo me verá la gente cuando está conmigo. ¿Qué provocaré en los demás?

Aunque, pensándolo mejor, en verdad me gustaría saberlo de una persona en concreto. ¿Qué pensará mi mejor amiga de mí?

La quiero muchísimo, tanto que cada día me siento más miserable por no demostrarle todo lo que la admiro.

Ella es fuerte, es valiente, es amable, es impresionante; es la mejor amiga que se podría tener.

Si alguna vez lees esto, te quiero.

No sé que habría hecho sin ti todos estos años que llevamos juntas. Hemos crecido de la mano, nos hemos caído mil veces y nos hemos levantado en cada una de ellas siempre juntas. Nunca nos hemos rendido, hemos salido adelante con la cabeza bien alta y hemos disfrutado. Ojalá haya podido brindarte aunque sea un mínimo de lo que tú me has brindado a mí. No quiero que me olvides, que me recuerdes envuelta en la más profunda tristeza, quiero que vivas y seas feliz, porque confía en mí, ¡te mereces todo lo bueno!

Te quiero muchísimo, gracias por todo.

Cartas de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora