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Mi padre trabaja día y noche, por lo que apenas le veo.

Le quiero muchísimo aunque que yo recuerde, jamás se lo haya dicho, así que solamente me queda pensar que lo da por sentado. Y deseo que mi madre también piense lo mismo que él, porque no creo que de mis labios vaya a salir ese "te quiero" que tanto se merecen.

Soy incapaz de decírmelo incluso a mí misma. ¿Cómo se lo voy a verbalizar al resto?

Mi hermana mayor, por el contrario, sí les dice lo mucho que les quiere. Ella es feliz, tiene buenas amistades, es inteligente y le gusta su vida. La envidio, pero es un envidia sana. Porque me siento muy feliz por ella, solo espero y deseo que siga así para siempre. Nos peleamos muy pocas veces por riñas sin importancia siendo unas niñas, pero tras cualquier discusión nos arreglábamos rápido.

La quiero y la admiro, por eso sé que está destinada a ser una grandísima persona.

¡Te quiero hermana! Disfruta de la vida por mí.

¡Papá, mamá! Os quiero muchísimo, sois los mejores padres que podría haber tenido.

Cartas de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora