Una vida monótona y sin grandes aventuras como en las novelas de fantasía es mucho más común de lo que la gente cree. Lo hagamos público o nos lo guardemos para nosotros, todos queremos vivir acontecimientos excepcionales e inolvidables que al final solo suceden en nuestra cabeza.
Como de costumbre, terminan no saliendo de ahí.
A mí me pasa constantemente. Mientras que mi palpitante corazón me alista a vivir, a hacer lo imposible por diferenciarme del resto, hay algo dentro de mí que me limita en todos los sentidos. Sé que existe en mí un enorme problema sin aparente solución, y pasado el tiempo he llegado a la conclusión de que ese problema soy yo.
Pienso día a día que nada de lo que haga será suficiente para ser feliz, porque yo misma me empequeñezco con mi negatividad e irremediable derrotismo. Por eso, conformándome con muy poco, me limito a estar de paso en un mundo infeliz del que necesito escapar.
No destaco, no llamo la atención, nunca he hecho nada que vaya a recordar de más mayor.
Soy solo yo; una chica rota y corriente.
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Cartas de una chica suicida
Short StorySiento que a nadie le importo. Nadie me conoce de verdad, nadie conoce mis pensamientos. Ni siquiera yo misma. ¿Qué hago aquí? ¿Quién soy realmente? Solo una chica rota. Una chica suicida que escribe cartas.