8

11 0 0
                                    

Mientras intento descifrar los sentimientos que tengo hacia ti, recuerdo la primera vez que nos vimos.

Yo era nueva en el instituto y por casualidad me tocó en la misma clase contigo. Llegué un poco tarde como de costumbre, así que fui directa a sentarme en el único asiento que estaba vacío. Justo delante de ti y en la penúltima fila. Han pasado cerca de ocho años y todavía recuerdo esos primeros días juntos. Nos hicimos muy amigos. Fuiste una de las personas con las que más confianza cogí en cuestión de días. Y aunque solo pasamos un año en la misma clase, aún con asignaturas distintas, no sé como hacíamos para acabar siempre juntos. Eras amable, me hacías reír, me sentía especial a tu lado y siempre me tenías en cuenta. Y ahora que lo veo desde otra perspectiva, me doy cuenta que me gustabas, aunque esa niña de 13 años no lo tuviera claro. Pero los años fueron pasando, nos alejamos y estuve muchísimo tiempo sin pensar en ti.

Sin embargo, de un momento a otro he vuelto a pensarte.

Como hace tiempo, incluso entre tanta gente, terminamos juntos. Y me gusta eso.

Hace unos meses, en un concierto, entre toda la multitud me viste. Y sin que te dieras cuenta, haberme saludado me alegró la noche. Aunque estuvieras dándome la espalda bailando con tus amigos, sé que me mirabas. Y yo también quería hacerlo, pero estaba demasiado entretenida con la música. Aún así, te pillé mirándome una vez, y te señalé mientras bailaba la canción. Sonreíste.

Ahora me doy cuenta de que me gustas mucho.

Pero no sé cómo decírtelo. ¿Cómo? ¿Cómo?

Cartas de una chica suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora